sábado, 6 de junio de 2015

Sintergética, tres en uno


Hubo una vez, hace no tanto, que parecía que la ciencia podía cambiar el mundo para siempre, el hombre iba a perfeccionar cada vez más su conocimiento de las leyes naturales y todo parecía posible; hoy, ya entrados en el siglo XXI, no solo continuamos con sistemas políticos y económicos que siguen provocando desigualdades y opresiones intolerables, precisamente porque gran parte de la humanidad no tiene acceso a remedios sanitarios elementales, sino que en sociedades que se dicen avanzadas conviven las teorías más cuestionables sobre la salud humana.

Precisamente, una de las teorías de la medicina alternativa, que se pretende ecléctica, recogiendo elementos de todas las culturas habidas y por haber, es la llamada sintergética. Desde la medicina occidental, que no tardan en denominar "alopática" (recordemos que es un término que se crea desde la homeopatía, sencillamente mentiroso y reduccionista, ya que solo da la sensación de que es lo contrario de lo que sus defensores afirman), hasta la ayurvédica, pasando por la medicina tradicional china, se coge de aquí y allá para crear una peculiar terminología de dudosa legitimidad científica.

Tres son los conceptos que aluden al término "sintergética": 'sinergia', que alude a esa armonía entre técnicas muy diferentes; 'síntesis', que alude a una visión holística (concepto muy del gusto de la medicina alternativa) donde se propicia la unidad de todo tipo (molecular, emocional, energética, mental, transpersonal… ¡toma ya!); por último, y como no podía ser de otra manera en una terapia de base científica más que cuestionable, llegamos al concepto de 'energía' en el que se insiste en los trastornos del ser humano relacionados con el aspecto 'energético'.

Juzguen ustedes por sí mismos, prueben y si les funciona sin que les saquen un montón de pasta, adelante. Por supuesto, siempre encontraremos a algunas personas que dicen haberse encontrado mejor después de estas prácticas terapéuticas, por lo que tendremos que dejar un margen de duda (sobre todo, sobre si creer que el ser humano necesita según qué cosas). Como ya hemos insistido otras veces, si de lo que se trata es de un malestar sicológico o existencial (tal vez, su terapeuta alternativo lo denomine 'espiritual' o aluda a una desrregulación energética entre cuerpo y alma), cada uno es libre de buscar solución o consuelo donde quiera; si hablamos de una enfermedad grave, la cosa ya va a ser dramática y mejor acudir a un remedio real.

En el caso de la sintergética, es una terapia que no parece haber encontrado mucho eco todavía; la humanidad tal vez no se encuentre preparada para ello o quizá es algo que el sistema este ocultando para no perder su parte de beneficio en la gestión de la ciencia sanitaria. Si echan ustedes un vistazo a la terminología empleada en el caso que nos ocupa, seguro que pasan un buen rato equiparable a ver esas infumables películas de género de serie Z: una de las herramientas fundamentales se denomina Resonador de Arquetipo Mórfico (cuyas siglas RAM entendemos que pretende provocar cierta familiaridad en el paciente tras el susto del nombre), que viene a ser  una caja de resonancia que retiene la energía del cuerpo del paciente y que va unida a otras RAM mediante trenzas de nailon que transmiten la energía reticular (sic); otros artilugios que se emplean son placas que corrigen no sabemos qué tipo de información biológica en el cuerpo del paciente, tubos de vidrio con agua por supuesto energética (retenida, es de suponer, gracias a las teorías homeopáticas), lo que llaman 'soft láser', que igualmente hace una lectura de la desarmonización del paciente gracias a una propuesta nada menos que biocibernética, e imanes de no demasiada intensidad (por lo tanto, también de dosis homeopáticas), que igualmente inciden en el bloqueo energético del cuerpo del paciente.

Lo que hemos hecho aquí es simplemente un resumen, aunque el tono humorístico solo se produjo debido a nuestro (seguramente, muy pobre) conocimiento científico. Si leen ustedes algo más sobre la sintergética, tal vez se dejen seducir por toda un universo terminológico: "cosmovisión integrativa", "concepción sintética de la vida propuesta por las escuelas de la biología moderna" (por favor, verifiquen esto), "información autopoiética" (con lo fácil que es decir 'autocreadora'), "estructura disipativa", "técnicas de biorresonancia para estimular el biocampo", "interfase entre la información y la energía", "conciencia como entidad esencial del universo" (aquí, ya se les ve un poquito el plumero espiritual)… Al margen de todos estos conceptos, algunos abstrusos, otros meramente adornados en su simplicidad, parece encontrarse una terapia alternativa que, como no podía ser de otra manera, pretende ser integral y humanizadora, pedagógica, preventiva, establece un nuevo modelo de relación entre terapeuta y paciente (no solo crematística, es de suponer) y asegura no ser invasiva. ¿Alguien da más?

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