martes, 27 de octubre de 2015
martes, 20 de octubre de 2015
El libre albedrío
No
pocas veces, se acusa a las ideas anarquistas, con las que nos identificamos en este blog también a un nivel intelectual, de tener una confianza
exacerbada en una supuesta voluntad libre del ser humano, algo de
entrada ya muy cuestionable, que quiere identificarse con la vieja
noción de "libre albedrío"; tal posición, no solo es errónea, sino que
los anarquistas clásicos hicieron ya una crítica radical a lo que se
considera un concepto reduccionista proveniente de la tradición
religiosa y señalaron los condicionantes sociales para el ser humano.
Para abordar con cierto rigor la cuestión hay que hablar también de otro
concepto, aparantemente antitético, el determinismo.
En términos generales, podemos dar una definición de determinismo como la teoría que sostiene que todo lo que ha habido, hay y habrá, y todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá, está de antemano fijado, condicionado y establecido, no siendo posible que suceda más que lo que este fijado de antemano, condicionado y establecido. Se entenderá lo importante de dicho concepto para una discusión sobre la libertad. Toda doctrina que sostenga que hay un destino ineluctable o que existe la predestinación es, como parece evidente, determinista, aunque es posible distinguir entre cualquiera de esas doctrinas y un determinismo en sentido estricto. Aunque la predestinación puede afectar a toda la realidad, tanto las ideas de destino, como de la propia de predestinación, parecen pertenecer al ámbito de las acciones humanas. En cambio, el determinismo abarca más campo, y puede hablarse del mismo en todos los fenómenos del universo. Por ello, se habla de un determinismo universal y se asocia casi siempre a la idea de causalidad que rige el universo entero. Ahora se entenderá la importancia de este concepto para la religión y para la ciencia.
En términos generales, podemos dar una definición de determinismo como la teoría que sostiene que todo lo que ha habido, hay y habrá, y todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá, está de antemano fijado, condicionado y establecido, no siendo posible que suceda más que lo que este fijado de antemano, condicionado y establecido. Se entenderá lo importante de dicho concepto para una discusión sobre la libertad. Toda doctrina que sostenga que hay un destino ineluctable o que existe la predestinación es, como parece evidente, determinista, aunque es posible distinguir entre cualquiera de esas doctrinas y un determinismo en sentido estricto. Aunque la predestinación puede afectar a toda la realidad, tanto las ideas de destino, como de la propia de predestinación, parecen pertenecer al ámbito de las acciones humanas. En cambio, el determinismo abarca más campo, y puede hablarse del mismo en todos los fenómenos del universo. Por ello, se habla de un determinismo universal y se asocia casi siempre a la idea de causalidad que rige el universo entero. Ahora se entenderá la importancia de este concepto para la religión y para la ciencia.
sábado, 17 de octubre de 2015
Los cuatro jinetes del ateísmo
De todos ellos se ha hablado en este blog, los más conocidos defensores del ateísmo en los últimos años: Richard Dawkins (biólogo, etólogo y divulgador científico), Daniel Dennett (filósofo y científico), Sam Harris (filósofo y neuorocientífico) y Christopher Hitchens (periodista y ensayista). Durante casi dos horas, en casa del ya fallecido Hitchens, debaten de manera jugosa sobre lo humano y lo divino (nunca mejor dicho).
Para lo que prefieran leer, a continuación la transcripción de las dos horas de debate:
Dawkins: —A todos nos han acusado de ser estridentes o arrogantes, o vitriólicos, o chillones. ¿Qué piensan sobre eso?
Dennet: —A mí me divierte, porque hice un gran esfuerzo en mi libro por dirigirme a gente razonablemente religiosa y probé el borrador con grupos de estudiantes muy religiosos y de hecho el primer borrador provocó una considerable angustia. De modo que hice ajustes y más ajustes pero al final no sirvió de nada, porque aun así me llevé los golpes por ser ofensivo y agresivo, y me di cuenta de que es una situación sin salida, es un esfuerzo en vano. Las religiones han logrado que sea imposible disentir de ellas de un modo crítico, sin ser ofensivo. Juegan la carta de los sentimientos heridos a cada oportunidad y tienes que elegir: bien, ¿voy a ser ofensivo o voy a articular esta crítica? Es decir, ¿voy a articularla o me voy a callar la boca?
Harris: —Eso es lo que supone romper un tabú. Nos estamos encontrando con el hecho de que la religión se mantiene alejada de la mesa de la crítica racional de una manera formal, incluso por nuestros colegas laicistas o ateos. Ya sabes, deja a la gente con su propia superstición incluso si es abyecta y causa daño y no te pares a mirarla detenidamente.
Para lo que prefieran leer, a continuación la transcripción de las dos horas de debate:
Dawkins: —A todos nos han acusado de ser estridentes o arrogantes, o vitriólicos, o chillones. ¿Qué piensan sobre eso?
Dennet: —A mí me divierte, porque hice un gran esfuerzo en mi libro por dirigirme a gente razonablemente religiosa y probé el borrador con grupos de estudiantes muy religiosos y de hecho el primer borrador provocó una considerable angustia. De modo que hice ajustes y más ajustes pero al final no sirvió de nada, porque aun así me llevé los golpes por ser ofensivo y agresivo, y me di cuenta de que es una situación sin salida, es un esfuerzo en vano. Las religiones han logrado que sea imposible disentir de ellas de un modo crítico, sin ser ofensivo. Juegan la carta de los sentimientos heridos a cada oportunidad y tienes que elegir: bien, ¿voy a ser ofensivo o voy a articular esta crítica? Es decir, ¿voy a articularla o me voy a callar la boca?
Harris: —Eso es lo que supone romper un tabú. Nos estamos encontrando con el hecho de que la religión se mantiene alejada de la mesa de la crítica racional de una manera formal, incluso por nuestros colegas laicistas o ateos. Ya sabes, deja a la gente con su propia superstición incluso si es abyecta y causa daño y no te pares a mirarla detenidamente.
miércoles, 14 de octubre de 2015
sábado, 10 de octubre de 2015
Teología de bolsillo
Ya hemos hablado en este blog de uno de los autores más influyentes de la Ilustración, Paul
Henri d'Holbach (1725-1789), Barón de Holbach, filósofo radical
cuyos únicos dioses fueron la ciencia, la naturaleza y la
razón; durante su vida y su obra, se dedicó a combatir los prejuicios de todo tipo: religiosos, sociales, éticos y
políticos. Laetoli nos ofrece un nuevo libro de este autor, Teología de bolsillo. Breve diccionario de la religión cristiana.
Esta editorial, en su impagable colección Los Ilustrados, ya nos había ofrecido cuatro obras de este autor: Sistema de la naturaleza, probablemente el más importante de Holbach, impreso a finales de 1769, provocó poco después una gran pasión por su lectura y una enorme persecución policial y sacerdotal; a pesar de la prohibición por parte de la Iglesia, las ediciones se sucedieron una detrás de la otra; El cristianismo al descubierto, también publicado de forma anónima, en 1761, se convertiría en uno de los libros más leídos y buscados en aquel siglo; se trata, sin olvidar a Meslier y su Memoria contra la religión (que también puede encontrarse en esta colección), de uno de los primeros manifiestos radicales y abiertamente ateos de la historia, nos muestra la imposibilidad de la existencia de Dios y las contradicciones inaceptables de la doctrina cristiana y de las sagradas escrituras; Cartas a Eugenia está dirigida a una mujer que decide retirarse del mundo por motivos religiosos, por supuesto, d'Holbach decide, en lugar de aconsejarle la sumisión y la profundización en su fe, tratar de fomentar en ella la autonomía moral e intelectual base de toda emancipación, y en Etocracia alude en su título a un gobierno fundado en la moral y observamos que muchos de sus postulados filosóficos, vitales y políticos (democracia radical, igualdad, libertad individual, laicismo…) resultan de una innegable actualidad.
Esta editorial, en su impagable colección Los Ilustrados, ya nos había ofrecido cuatro obras de este autor: Sistema de la naturaleza, probablemente el más importante de Holbach, impreso a finales de 1769, provocó poco después una gran pasión por su lectura y una enorme persecución policial y sacerdotal; a pesar de la prohibición por parte de la Iglesia, las ediciones se sucedieron una detrás de la otra; El cristianismo al descubierto, también publicado de forma anónima, en 1761, se convertiría en uno de los libros más leídos y buscados en aquel siglo; se trata, sin olvidar a Meslier y su Memoria contra la religión (que también puede encontrarse en esta colección), de uno de los primeros manifiestos radicales y abiertamente ateos de la historia, nos muestra la imposibilidad de la existencia de Dios y las contradicciones inaceptables de la doctrina cristiana y de las sagradas escrituras; Cartas a Eugenia está dirigida a una mujer que decide retirarse del mundo por motivos religiosos, por supuesto, d'Holbach decide, en lugar de aconsejarle la sumisión y la profundización en su fe, tratar de fomentar en ella la autonomía moral e intelectual base de toda emancipación, y en Etocracia alude en su título a un gobierno fundado en la moral y observamos que muchos de sus postulados filosóficos, vitales y políticos (democracia radical, igualdad, libertad individual, laicismo…) resultan de una innegable actualidad.
miércoles, 7 de octubre de 2015
Fisicalismo y naturalismo
Introducción al ateísmo
(Michael Martin, Akal, 2010) es una estupenda recopilación de textos
editada originariamente por la Universidad de Cambridge. La obra se
divide en tres grandes bloques: los orígenes del ateísmo, los
argumentos contra el teísmo y las repercusiones. Un glosario
introductor nos recuerda algunos conceptos difusos, que seguro nos
ayudan a superar los pobres lugares comunes sobre el tema en cuestión.
Veamos dos de ellos, como son el naturalismo y el fisicalismo, dos
posturas vinculadas al ateísmo.
Dentro del fisicalismo, puede hablarse de varias posturas, aunque con matices:
-Materialismo eliminativo: considera que no existen eventos puramente mentales, la experiencia subjetiva es una ilusión, ya lo que ocurre en la cabeza del individuo son procesos neuroquímicos del cerebro.
-Materialismo reductivo: es la teoría que defiende la existencia de eventos mentales, pero considerando que cada evento de este tipo coincide con cambios físicos en el cerebro. Teorías de los procesos mentales sobrevenidos: defiende la relación, de ser necesaria, entre el estado físico y el mental; los que suscriben esta teoría suelen considerar que las características mentales son propiedades funcionales.
-Dualismo de las propiedades: teoría que niega la existencia de propiedades mentales al margen de las físicas; se afirma que solo existen sustancias materiales y que algunas de ellas desarrollan propiedades mentales. Ya que Dios tiene propiedades mentales, y no es una sustancia material ni depende de ninguna sustancia material, su existencia resulta incompatible con toda teoría que afirme que la capacidad de ejercer facultades mentales depende en gran medida de la sustancia física. Incluso, aunque no se puedan explicar las propiedades o sustancias mentales, el teísmo está fuera de lugar si se da alguna relación entre lo mental y lo físico.
Dentro del fisicalismo, puede hablarse de varias posturas, aunque con matices:
-Materialismo eliminativo: considera que no existen eventos puramente mentales, la experiencia subjetiva es una ilusión, ya lo que ocurre en la cabeza del individuo son procesos neuroquímicos del cerebro.
-Materialismo reductivo: es la teoría que defiende la existencia de eventos mentales, pero considerando que cada evento de este tipo coincide con cambios físicos en el cerebro. Teorías de los procesos mentales sobrevenidos: defiende la relación, de ser necesaria, entre el estado físico y el mental; los que suscriben esta teoría suelen considerar que las características mentales son propiedades funcionales.
-Dualismo de las propiedades: teoría que niega la existencia de propiedades mentales al margen de las físicas; se afirma que solo existen sustancias materiales y que algunas de ellas desarrollan propiedades mentales. Ya que Dios tiene propiedades mentales, y no es una sustancia material ni depende de ninguna sustancia material, su existencia resulta incompatible con toda teoría que afirme que la capacidad de ejercer facultades mentales depende en gran medida de la sustancia física. Incluso, aunque no se puedan explicar las propiedades o sustancias mentales, el teísmo está fuera de lugar si se da alguna relación entre lo mental y lo físico.
sábado, 3 de octubre de 2015
Bakashi, la fuerza vital cósmica
Como en otras ocasiones, analizamos de forma somera una terapia alternativa, que hace un excesivo hincapié en la cuestión “espiritual, la cual tiene su origen en ciertas filosofías orientales; también, como otras veces, insistimos en que seguramente nuestra ignorancia no tiene límites, pero sí queremos llamar un poquito la atención sobre lo que creemos que simplemente hay que denominar pseudociencia o ‘conocimiento obsoleto’.Antes de indagar en esta práctica, no demasiado conocida en nuestro país, denominada bakashi, recordaremos que no se trata de ridiculizar, ni otras culturas, ni a los practicantes de ciertas técnicas, terapias o medicinas alternativas; cada uno hace lo que quiere con su vida a nivel personal, aunque sí es cierto que nos esforzamos por denunciar los intentos de manipular al prójimo, el cual debería tener los conocimientos precisos para actuar en consecuencia. Dicho esto, también diremos que tampoco pretendemos decir, ni por asomo, que la cultura occidental sea superior a otras, otro lugar común en estas discusiones, sino que el camino para el conocimiento sí debería tener un camino con ciertas pretensiones de objetividad. Si no fuera así, hablamos de otra cosa, no de conocimiento; insistiremos en que, por muy valiosa que sea la actitud personal en cada problema que se afronte, es necesario una solidez científica para curar a las personas.
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