Rudolf Rocker se atrevió a afirmar que existe una oposición interna
entre religión y cultura; toda política tiene, en última instancia, su
raíz en la concepción religiosa de los hombres, no se pueden vincular
los factores político y económico, ya que éste último es de naturaleza
cultural, íntimamente unido con todas las fuerzas creadoras de la vida
social.
Existen puntos de contacto entre los fenómenos religiosos y los culturales, ya que ambos manan de la naturaleza humana, pero es necesario examinar más a fondo la relación existente entre ellos. Si religión y cultura arraigan ambas en el instinto de conservación del hombre, una vez que han cobrado vida toman caminos diferentes, al no existir entre ellas vínculos orgánicos, e incluso divergentes. No me gusta reducir el origen de la religión a la mera dominación, y el propio Rocker es cauto al respecto, y resulta practicamente imposible llegar al fondo de las concepciones religiosas mediante la especulación filosófica. Gracias a la ciencia, el hombre es más crítico a la hora de investigar el origen y desarrollo gradual de las religiones y tratar de comprender, así, los orígenes de la vida social y espiritual.
Existen puntos de contacto entre los fenómenos religiosos y los culturales, ya que ambos manan de la naturaleza humana, pero es necesario examinar más a fondo la relación existente entre ellos. Si religión y cultura arraigan ambas en el instinto de conservación del hombre, una vez que han cobrado vida toman caminos diferentes, al no existir entre ellas vínculos orgánicos, e incluso divergentes. No me gusta reducir el origen de la religión a la mera dominación, y el propio Rocker es cauto al respecto, y resulta practicamente imposible llegar al fondo de las concepciones religiosas mediante la especulación filosófica. Gracias a la ciencia, el hombre es más crítico a la hora de investigar el origen y desarrollo gradual de las religiones y tratar de comprender, así, los orígenes de la vida social y espiritual.