sábado, 7 de septiembre de 2024
Religión y fundamentalismo (valga el pleonasmo)
sábado, 10 de agosto de 2024
¡Eres un sofista!
sábado, 20 de julio de 2024
El librepensamiento y la propaganda oficial
En un sentido estricto, lo que entendemos por "librepensamiento" significa desprenderse de los dogmas de la religión tradicional; Russell considera que las religiones no han sido, a grandes rasgos, una fuerza positiva y confía en que acabarían desvaneciéndose al pertenecer a una fase infantil de la razón humana. Pero, el término "librepensamiento" tiene una acepción más amplia, y es precisamente debido a las religiones que no se habría desarrollado en ese sentido. Russell se refiere a "libre" cuando no hay una coacción externa, la cual puede ser evidente o más sutil y esquiva. La dominación del pensamiento más obvia es cuando "corre el riesgo de sufrir una sanción legal por atenerse o dejar de atenerse a según qué opiniones"; Russell aboga por la ausencia de penas legales para que la libertad de expresión sea completa, algo que no se ha terminado de realizar en ningún país. No obstante, existen otros dos grandes impedimentos opuestos al librepensamiento: las servidumbres económicas y la distorsión de lo evidente. Es también evidente que no puede existir un pensamiento libre si se presentan todos los argumentos, dentro de una controversia, del modo más atractivo posible, mientras que los de la otra parte permanecen ocultos de tal manera que solo una cuidadosa investigación podría descubrirlos:
Podríamos decir que el pensamiento es libre cuando asistimos a una libre competencia entre las distintas creencias, es decir, cuando se permite que todas las fes expongan sus planteamientos y cuando dichas creencias no se hallan asociadas a ventajas o desventajas de carácter legal o pecuniario. Se trata de un ideal que, por varias razones, jamás se alcanza plenamente. Sin embargo, es posible aproximarse a él mucho más de lo que hoy se hace.
jueves, 27 de junio de 2024
El ateísmo de Emma Goldman
Con buen criterio, Goldman considera que la idea de Dios, o como se quiera denominar, se ha vuelto más impersonal y nebulosa con el paso del tiempo y gracias al progreso y a los avances en el conocimiento. Sin cortarse un pelo en su retórica, la anarquista afirma que la idea de un Dios gobernador de los designios humanos ha ido dejando paso a "una especie de estimulo espiritualista para satisfacer los caprichos y manías de todo el abanico de flaquezas humanas". Sabemos que cualquier idea que se tenga de la divinidad es una creación humana, originada en el miedo y en la curiosidad, por lo que de manera lógica esa idea se va adaptando a todas las fases del quehacer humano.
jueves, 6 de junio de 2024
El espejismo de Dios
martes, 14 de mayo de 2024
La increíble transformación del Logos en Cristo
miércoles, 1 de mayo de 2024
Diccionario de ateos, de Sylvain Maréchal
Lector ávido, de obras de Rousseau, Voltaire, Helvétius o Diderot, frecuentó a autores deístas y ateos. Su participación en la llamada Conspiración de los Iguales, promovida por Babeuf, que pretendía una igualdad real en la sociedad y no el mero formalismo que suponía la Declaración de los derechos del Hombre y el Ciudadano de 1789, le acabará convirtiendo en una inspiración para el posterior socialismo utópico; Maréchal expresó los deseos de una auténtica revolución social en el Manifeste des Égaux (Manifiesto de los Iguales), que se ha visto como toda una declaración libertaria, escrito en 1796.
domingo, 21 de abril de 2024
Ateísmo y nihilismo, ¿son comparables?
Por supuesto, nos atrevemos a decir que
es un minoría de ateos la que
piensa de este modo y es más bien una mayoría de "creyentes", del tipo
que fuere, la que acepta un mundo político y económico basado en esos
presupuestos hobbesianos. Empleamos entonces el término creyentes,
simplemente como sinónimo de "conservadores", es decir, los que aceptan
el mundo tal y como lo colocan ante sus ojos, por muy injusto e
irracional que se muestre. Es una terminología tal vez muy suave cuando
hablamos de reducir al ser humano al nivel de la bestia, incapaz de
transformar el medio, condicionado entonces por fuerzas externas y
preocupado solo por su propia supervivencia. Precisamente, lo que nos
diferencia de las bestias es la capacidad de elección, de proporcionar
contenido a la moral, y no empleamos este término de manera restrictiva,
sino todo lo contrario. Los ateos, una mayoría al menos de los que
conocemos, consideramos que la moral no deriva de ninguna fuerza externa
al ser humano y a las sociedades que ha creado, sino que surge de su
propia potencialidad, de la capacidad que poseemos para transformar
nuestro mundo con la única limitación de las leyes naturales (en las
que, obviamente, no existe ninguna condición humana determinante
previa).
jueves, 11 de abril de 2024
Reflexiones sobre el librepensamiento
lunes, 18 de marzo de 2024
La aporofobia, el uso del lenguaje y su conexión con la realidad
Ojo, no es que diga que, necesariamente, me parece mal que se acepte la significación de la palabra de marras, y estoy seguro que las intenciones de Adela Cortina, la persona que la empezó a utilizar hacer unas décadas, fueron y son muy loables. En primer lugar, y lo sabrán las personas que echan un vistazo al contenido de este blog, me produce rechazo esa tendencia moderna, o tal vez posmoderna, a poner categorías a toda actitud y comportamiento, como si fuera necesaria simplemente la intervención de alguna terapia individual. Como es sabido, el vocablo 'fobia' alude al temor a algo con una inequívoca etimología psiquiátrica. Es decir, si el clasista, o racista o sexista, de toda la vida se acoge a una llamativa palabra que aluda a cierta 'enfermedad' el tratamiento que le da la sociedad, meramente individual y supuestamente "normalizador", puede ser muy diferente a si profundizamos en causas sociales y culturales para su motivación. Lo estamos viendo con personajes poderosos, que han utilizado su condición para abusar del prójimo, y no han tardado mucho en protegerse declarándose 'sexualmente' enfermos y adoptando alguna abstrusa terapia para buscar remedio. Se obvian así los factores sociales, políticos o económicos, culturales en general, que favorecen las diferencias de clase y los abusos de todo tipo. Insisto, a pesar de ello, no es que me parezca mal a priori el neologismo 'aporofobia'; al menos, para denunciar, no ese miedo o repugnancia hacia la pobreza (que deberíamos tener todos), sino hacia el pobre.
domingo, 25 de febrero de 2024
Sobre el hedonismo (las distintas concepciones del placer)
Por otra parte, con hedonismo se ha aludido a un bien, ya que es considerado que el placer es el mayor bien. Ese bien puede considerarse un bienestar en sentido literal, en el sentido de la armonía o buena disposición que antes se ha mencionado. De todas formas, hay que aceptar en la historia de la humanidad que, al haber tantas maneras de entender el placer, lo mismo ocurre con el hedonismo; esa discusión sobre el término se ha producido no pocas veces en el terreno de la moral, por lo que se ha considerado también que el hedonismo es una tendencia dentro de la filosofía moral.
viernes, 16 de febrero de 2024
Posverdad y manipulación
Es el caso de la palabra 'populismo', cuyo origen parece estar en el éxito de ciertas fuerzas políticas electoralistas de nuevo cuño. Los que acusan al rival de 'populista' o, por ejemplo, de 'demagogo', de manera hipócrita obvian que la democracia representativa se basa, sencillamente, en esos subterfugios. La 'demagogia', es decir, la seducción de las masas (con evidentes mentiras en muchos casos) y el 'populismo', es decir, el arrogarse la voluntad y los deseos del 'pueblo' (otra abstracción sin contenido), lo emplean unos y otros a ambos lados del espectro político. Ahora, nos llega, de manera irritante, el vocablo 'posverdad'. ¿Somos capaces de otorgar contenido al lenguaje? Consecuentemente, ¿podemos analizar la realidad de manera razonablemente objetiva para no ser manipulados? Veamos, sin ser demasiado pesimistas y aportando alternativas.
viernes, 2 de febrero de 2024
Ser ateo o naturalista
Grayling ofrece una visión humanista y apuesta por el pensamiento crítico, insistiendo además en la necesidad de una coherencia entre las palabras y su significado; así, denuncia la profunda incongruencia del concepto de "ateo fundamentalista" en boca de aquellos que piden respeto, tolerancia y ausencia de crítica para sus creencias religiosas. Muy al contrario, Grayling apuesta por un ateísmo combativo, el único posible, que denuncie el infantilismo intelectual al que someten las religiones a sus fieles desde corta edad. Inculcar a los críos las diversas falsedades "en liza" (sic) de las principales confesiones es un escándalo, además de un evidente abuso infantil. Si las religiones dejaran en paz a las personas hasta ser adultas, tener conocimiento de lo que las creencias suponen, y poder sopesarlas con madurez, la situación podría ser muy diferente.