Paradójicamente, en la actualidad se ha establecido cierta relación entre los movimientos sociales, y podemos incluir también a la izquierda política (aunque, ya sabemos que hay varias), y lo que podemos llamar discursos alternativos en cuestiones sanitarias y, más o menos, espirituales. Lo que podemos llamar simple y llanamente "pseudociencia", vamos. Esto es así, casi con total seguridad, debido a que en las actitudes progresistas (al menos, con esa pretensión) y socialmente transformadoras gustan mucho de la palabra "alternativo". Lo que ocurre, a nuestra manera de ver las cosas, es que el grado de confusión sobre cuestiones científicas es notable. Una cosa es el conocimiento científico, que en la teoría sí podemos considerarlo objetivo y neutral (aplicando diversos y razonables métodos, ninguna pretensión dogmática puede haber en ello), y otra muy distinta su aplicación. Al confundir una cosa con la otra, en el mundo en el que vivimos, donde los poderosos siguen dictando su ley, y tantas personas se ven desprovistas de las necesidades más elementales, gusta mucho, hasta extremos bastante delirantes, "lo alternativo".
domingo, 25 de diciembre de 2016
martes, 22 de noviembre de 2016
Firmes frente a la creencia dogmática
La entrada anterior, sobre la disonancia cognitiva, ha provocado un nuevo aluvión de cartas físicas, correos electrónicos, SMS, whatsapps e incluso algún comentario abordando por la calle a mi pobre persona. El tono oscila entre el conformismo, ante lo inevitable de que la disonancia cognitiva sea inherente a cualquier hijo de vecino, la negación y el exabrupto. Veamos. Mi intención, pobre seguramente, era comprender sobre todo dos cosas: por qué creemos en cosas absurdas (por no decir otra cosa) y, para más inri, por qué esas creencias son a veces inamovibles (hasta la desesperación, y a veces exasperación, del que está enfrente). Si aceptamos que la disonancia cognitiva es un proceso psicológico con bastante fundamento, veamos qué podemos hacer para combatir esa testarudez dogmática. En primer lugar, algo en lo que creo que he insistido una y otra vez, se trata de algo que nos pasa a todos. Incluso, a nivel cotidiano, resulta inevitable. Es imposible revisar una y otra vez las creencias, por lo que recurrimos a los dichosos sesgos cognitivos. Estos, vienen a ser una desviación en nuestro proceso de la información, lo que lleva finalmente a la distorsión e incluso, cuando uno ya se pasa de vicio, a la irracionalidad. Los hay de diversos tipos, cosas como jugar con las estadísticas, hacerlo solo con datos que confirman lo que ya creemos u otorgar excesiva autoridad a ciertas personas. Esto es otro tema apasionante en el que merece la pena profundizar.
miércoles, 9 de noviembre de 2016
Homo Deus
Uno de los libros de moda, especialmente en ciertos círculos intelectuales oficiales (siempre sospechosos), es Homo Deus. Una breve historia del mañana, del historiador israelí Yuval Noah Harari. Por un lado, y aunque el ensayo es finalmente pesimista sobre el futuro de la humanidad, se incide en una concepción del progreso de lo más cuestionable. Se asegura que en el último siglo se han reducido los grandes males de la humanidad (el hambre, la guerra, las enfermedades, incluso la muerte…) y que en ese mismo periodo han predominado ciertos valores humanistas. La realidad es que vivimos en un mundo, y por causas políticas y económicas muy concretas, donde todos esos datos oscilan, varían, se juega con ellos (la ilusión de que se progresa), cuando la verdad es que hace mucho tiempo que existen los recursos suficientes para acabar de sobra con esas calamidades. Males producto, en gran medida, de la mano humana (y, por lo tanto, susceptibles de ser cambiados). Es cierto que, sobre el papel, el mundo parece mucho más igualitario, más respetuoso con los derechos humanos (más humanista, en apariencia, efectivamente), pero los hechos (los que cuentan) son muy diferentes. La modernidad prometía mucho hace un par de siglos, y sus valores son hoy totalmente reivindicables (de modo crítico, por supuesto, y sin tics reaccionarios), pero su desarrollo ha supuesto la peor de las pesadillas para gran parte del planeta, por lo que hay que atender más a los hechos que los derechos sobre papel mojado.
sábado, 5 de noviembre de 2016
Realides múltiples y universos paralelos
Al llegar a la consulta de aquel tipo, la primera impresión estaba
lejos de ser sospechosa. De aspecto agradable, actitud seductora y
jerigonza habilidosa, su bata blanca contribuía a investirle de cierta
autoridad. Enseguida, pasé a explicarle los síntomas de mi malestar. Me
habló sobre la manipulación de mi cuerpo con determinadas técnicas de
masaje, desde un punto de vista "holístico" (sic), que pondrían especial
énfasis en mi estructura corporal y en los problemas mecánicos
derivados de la misma. Los fines sanadores, como no podría de otra
manera, no tardarían en llegar. Momentáneamente, me quedé cavilando…
jueves, 20 de octubre de 2016
¿Ciencia o charlatanería pseudocientífica?
El mundo está plagado de sinvergüenzas e iluminados (sean honestos o no con sus propias creencias, algo difícil de demostrar a veces) que realizan afirmaciones extraordinarias. ¿Cómo podemos detectar si lo que aseguran tiene o no la más mínima base científica? Alguien dirá que, simplemente, usando las más elementales cautela y sensatez antes de creernos a pies juntillas cualquier disparate. Bueno, hay tantos condicionantes y tanta desinformación, cada vez más en una sociedad en la que prima el consumismo más atroz frente a la honestidad informativa, que la cosa no resulta tan sencilla. Además, los embaucadores de turno utilizan a menudo un lenguaje de apariencia científica para tratar de seducir con una mayor eficacia, por lo que el asunto se complica. Particularmente, se han escuchado tantos ejemplos, y tan irritables, que no sabríamos por donde empezar. Desde la ya habitual mecánica cuántica, para asegurar de la existencia de mundo espirituales, hasta apelar a las leyes de la termodinámica para justificar alguna que otra terapia basada en energía místicas. ¿Qué se puede hacer para que, alguien común sin unos grandes conocimientos científicos, se mantenga a salvo de tantas propuestas pseudocientíficas?
viernes, 7 de octubre de 2016
Endiosados
Iba yo la mar de tranquilo, por una céntrica avenida de Madrid, pensando en mis cosas, cuando alguien se interpuso en mi camino. El tipo era un hombre de avanzada edad, de aspecto normal, que de entrada ya provocó en mí cierta zozobra con su actitud. Elevando notablemente la voz, aquel energúmeno aseguraba identificarme con el autor de cierto blog, dedicado en gran parte al ateísmo. Al parecer tenía muchas cosas que puntualizarme. A la inquietud inicial, gravemente incrementada por la forma con la que aquel individuo pronunciaba el término 'ateísmo', se transmutó en indefinida sorpresa. Uno pensaba que sus escritos los leían cuatro gatos y ahora resulta que me reconocen y asaltan por la calle. No obstante, aquello no presagiaba nada bueno.
viernes, 23 de septiembre de 2016
Lipton y su biología de la creencia
Bruce H. Lipton, una de cuyas obras más conocidas es La biología de la creencia, es un controvertido
opositor a la tesis darwinista y el reduccionismo genético, y considera
que es el medio el auténtico motor de la vida. Algunas de las teorías de
este hombre son muy atractivas, e incluso pueden encomiables si de verdad queremos dar un sentido amplio a la libertad: no existe determinismo biológico alguno, sino un
condicionamiento por parte del entorno y de nuestras "creencias" (vamos a
llamarlo "determinismo cultural"), por lo que los seres humanos
poseemos la capacidad de moldear nuestro futuro; el auténtico motor de
la evolución es la cooperación y no la competencia entre los organismos
más fuertes. En este último aspecto, hay que recordar la obra de PiotrKropotkin,
aunque hay que decir que su teoría del "apoyo mutuo", como uno de los principales motores evolutivos en la especie, no se opone
necesariamente a la de Darwin, sino que resulta complementaria. Sin
embargo, hay otros aspectos que pueden resultar dudosos, ya que Lipton no
habla solo de un ambiente físico, sino de los condicionantes de un
entorno "energético" (no hace falta recordar que la palabra "energía" es de una
polisemia a veces irritante); por otra parte, sostiene que la
personalidad y la salud quedan conformados en el vientre de la madre (es
la importancia vital de la actitud de los padres, la supuestamente
determinante) y en los primeros años de la niñez (hasta los seis años,
el sujeto sería altamente sugestionable y totalmente abierto al
aprendizaje, así como con una capacidad muy grande para almacenar
información).
sábado, 17 de septiembre de 2016
Sueños lúcidos
Por mucho que se despotrique contra la mística de la religión y contra la pseudociencia de las terapias alternativas, no sé como diablos ocurre, que uno acaba dando de bruces con todo ello. Esa vez, no me pregunten ustedes por qué, me encontraba súbitamente rodeado de individuos cuyas palabras y actitud me producían, como no podía ser de otro modo, cierto déjà vu. La terminología, con algunas variantes, era la habitual en estos casos, algo relacionado con las "vibraciones" y constantes alusiones a la "energía", atribuyéndola de manera pertinaz cualidades morales y contradiciendo, así alegremente, las más elementales enseñanzas científicas. Lo que aportaba algo de originalidad, y tampoco demasiado no nos vayamos a engañar, a los postulados de aquellos seres extrañamente vaporosos es que no paraban de repetir a modo de mantra el epíteto "cuántico". También, una mención embelasada al poder del subconsciente y a lo maravilloso del universo onírico.
viernes, 9 de septiembre de 2016
El humanismo y su plena interpretación libertaria
Recuperamos
algunas reflexiones sobre un concepto de interpretación múltiple, y
tantas veces denostado por ello, el humanismo; desde una óptica
libertaria, solo podemos entenderlo como la búsqueda de la emancipación
en todos los ámbitos de actividad humana.
Muchas veces, hay que insistir en las múltiples interpretaciones de según qué términos o, mejor dicho, en la interpretación o apropiación continua que se lleva a cabo de los mismos por parte de ideas y movimientos políticos y religiosos. El caso más evidente es el de la palabra “democracia”, a la que hay que añadir cierto epíteto para aclarar el asunto; la mayor parte de las veces, ese calificativo ocultará la dominación oligárquica ("liberal", "popular") o, sencillamente, se queda en el terreno de lo ideal o de lo deseado ("directa", "participativa"). Ocurre con términos propios de la modernidad, ahora desprestigiados, como el “racionalismo”, al que hemos aludido en otras ocasiones, y pasa también con el llamado “humanismo” debido a su carácter positivo a priori (o así lo creemos nosotros, en espera de críticas más profundas y fundamentadas). Como primera declaración de intenciones, diremos que consideramos al humanismo como parte también, al igual que el racionalismo, del código genético del anarquismo (y no únicamente como una tendencia dentro del mismo); naturalmente, como ocurre con todas las características libertarias, con una amplitud de miras que tratará de ir más allá de cualquier otra tendencia en su afán por buscar la emancipación.
Muchas veces, hay que insistir en las múltiples interpretaciones de según qué términos o, mejor dicho, en la interpretación o apropiación continua que se lleva a cabo de los mismos por parte de ideas y movimientos políticos y religiosos. El caso más evidente es el de la palabra “democracia”, a la que hay que añadir cierto epíteto para aclarar el asunto; la mayor parte de las veces, ese calificativo ocultará la dominación oligárquica ("liberal", "popular") o, sencillamente, se queda en el terreno de lo ideal o de lo deseado ("directa", "participativa"). Ocurre con términos propios de la modernidad, ahora desprestigiados, como el “racionalismo”, al que hemos aludido en otras ocasiones, y pasa también con el llamado “humanismo” debido a su carácter positivo a priori (o así lo creemos nosotros, en espera de críticas más profundas y fundamentadas). Como primera declaración de intenciones, diremos que consideramos al humanismo como parte también, al igual que el racionalismo, del código genético del anarquismo (y no únicamente como una tendencia dentro del mismo); naturalmente, como ocurre con todas las características libertarias, con una amplitud de miras que tratará de ir más allá de cualquier otra tendencia en su afán por buscar la emancipación.
sábado, 27 de agosto de 2016
Entrevista al líder espiritual Padek Koprowski
Ofrecemos una entrevista, que tuvimos la posibilidad de realizar, de forma algo inexplicable dada nuestra modestia mediática, a Padek Koprowski; no necesita presentación, se trata de uno de los líderes espirituales más prestigiosos en la actualidad, cuyas teorías espirituales vincula a la medicina alternativa fusionando, o pretendiendo hacerlo, factores de la cultura oriental y occidental en un batiburrillo notable.
¿Puede decirnos cuál es su visión del mundo y de la existencia humana?
En realidad, el mundo no existe. Existe nuestra consciencia, es ella la que construye el mundo y el universo entero.
No sé si le he entendido bien, perdone, tal vez deba ampliar un poco esa visión…
Todo se resume en que el mundo está en nosotros. Aunque nuestra percepción nos engañe a un nivel superficial, nosotros no existimos en el universo. Mi mente proyecta a mi cuerpo y de este proyectamos el mundo. Somos una conciencia que experimentamos para dar lugar a las formas físicas y a los fenómenos.
¿Puede decirnos cuál es su visión del mundo y de la existencia humana?
En realidad, el mundo no existe. Existe nuestra consciencia, es ella la que construye el mundo y el universo entero.
No sé si le he entendido bien, perdone, tal vez deba ampliar un poco esa visión…
Todo se resume en que el mundo está en nosotros. Aunque nuestra percepción nos engañe a un nivel superficial, nosotros no existimos en el universo. Mi mente proyecta a mi cuerpo y de este proyectamos el mundo. Somos una conciencia que experimentamos para dar lugar a las formas físicas y a los fenómenos.
sábado, 13 de agosto de 2016
El show de la psicomagia
¿Conocen ustedes la psicomagia? ¿Merece la pena que prestemos atención a algo ya un poquito irrisorio en su denominación? Veamos. Alejandro Jodorowsky, creador de la técnica que nos ocupa, es sobre todo un artista. Es decir, para el que le interese, nada que objetar a su forma de expresarse, que pasan por la literatura, el teatro, el cine o el cómic. La cuestión es que el creador chileno ha pretendido desarrollar también una especie de técnica que pretende "sanar espiritualmente" a todo hijo de vecino. Lo que viene a realizar es una curación, como la haría un brujo o un chamán, pero orientada hacia el teatro; el "enfermo" vive una serie de representaciones, con algunos objetos de carácter simbólico importantes para él, pasa a actuar, y ahí interviene el inefable Jodorowsky. Para evitar que la gente piense que hay algún truco, el chileno actúa vestido de blanco y a plena luz del día. Ok.
martes, 9 de agosto de 2016
Indagando en la pseudociencia
A poco que uno se pregunte sobre la realidad en la que vive, al menos en las sociedades que pomposamente llamamos "avanzadas", la cosa es como para volverse loco. Nunca antes la información había estado tan disponible para los seres humanos y, de hecho, y de forma superficial, en ella se depositan tantas veces la posibilidad de un mundo mejor. Muy al contrario, es posible que nunca antes en la historia de la humanidad las personas hayan tendido a creer en cosas absurdas. Por supuesto, y esto es un análisis que dejaremos para otro momento, la explicación puede estar en que no es la cultura, como nos empeñamos en "creer" una y otra vez, la que determina al ser humano, sino que hay que tener en cuenta las estructuras económicas, sociales y políticas (¿son resultado de nuestros deseos o más bien somos determinados por ellas?; tal vez, ambas cosas en una terrorífica reciprocidad). La realidad de la sociedad posmoderna es compleja y plural, aunque no por ello menos frívola y superficial.
miércoles, 20 de julio de 2016
Viejas y nuevas luchas
Aunque hay cosas que parecen haberse superado si solo atendemos a la
superficie, la vieja lucha contra la superstición religiosa creo que se
mantiene más vigente que nunca. Soy consciente de la ambigüedad del
término "religión", como ya he insistido en alguna ocasión, pero podemos
fácilmente delimitar todo lo negativo que conlleve y situar así el
escenario de la batalla (dicho sea metafóricamente, o al menos sin
connotaciones violentas), el motivo por el que se apuesta por el
ateísmo: librepensamiento, autonomía moral en el individuo, moralización
también de la sociedad, rechazo de la subordinación a valores
abstractos, traslación de los valores a un plano humano para
potenciarlos al máximo, progreso en la racionalidad y en el
conocimiento... Se me dirá que esas nociones tienen muchas lecturas, o
que están sujetas a discusión, por supuesto, pero precisamente por eso
hay que combatir toda pretensión de arrogarse una verdad con mayúsculas,
máxime con el peligro constante de institucionalización, de generar una
clase mediadora garante del "conocimiento" (y, naturalmente, esta
lectura antiautoritaria no se hace únicamente sobre cuestiones
sobrenaturales o metafísicas). La lucha contra los antiguos
fundamentalismos, concretados en las religiones monoteístas (aunque
consustanciales, en mayor o en menor medida, a cualquier "creencia"), se
mantiene vigente en la llamada posmodernidad (concepto más que
cuestionable, a nivel conceptual y cronológico). La Iglesia Católica
sigue teniendo un gran poder en las sociedades estatalizadas (el
laicismo, nadie lo ha visto de verdad, la aconfesionalidad enmascara una
vez más el privilegio), la teocracia es una realidad en algunos
países y estamos comprobando las barbaridades hechas en nombre del Islam.
miércoles, 13 de julio de 2016
La apuesta del ateísmo
Hay quien, con afan reduccionista y tergiversador, desdeña el ateísmo
al considerarlo un residuo de la Ilustración y una consecuencia de la
lucha contra el poder de la Iglesia Católica. Es, por lo tanto, una
identificación del ateísmo con el anticlericalismo, algo que podemos
considerar una especie de sinécdoque, si empleamos una figura literaria
para definirlo. El anticlericalismo es, en mi opinión, inherente a las
ideas libertarias, la oposición coherente a cualquier forma de clase
dirigente (o mediadora), que se erige en portadora de ciertos
conocimientos o se cree capaz de erigir los designios de sus semejantes.
Pero hay otro debate que es importante y es nuestra capacidad de
abstracción, por lo que la polémica se libraría aquí en el terreno del
pensamiento, para demostrar que un contexto exento de divinidad es mejor
para los seres humanos. Para empezar, refutar a todos aquellos que
niegan la importancia del ateísmo en la historia de la humanidad, desde
la Antigua Grecia hasta la mencionada Ilustración de los siglos XVII y
XVIII en la que la literatura crítica se ocupó ampliamente de la
cuestión divina.
sábado, 9 de julio de 2016
Creencias y elecciones
La gran pregunta, que encabeza este blog, es por qué la gente cree en tonterías (dicho sea de forma políticamente incorrecta, no como en la cabecera). Preguntar eso en un país en el que el Partido Popular acaba de ganar, de nuevo, las elecciones parece una broma. Un partido siniestro, autoritario y en gran parte corrupto, apoyado por gran parte de la población. ¿Qué le pasa a la gente? Aunque es actualmente el mejor ejemplo, no hay que focalizar esa actitud papanatas en los gobiernos de la derecha. Incluso, podemos decir que en el caso de la izquierda clásica (algo más romántica e idealista, pero no necesariamente racional) los males de la creencia son mayores: la gente "cree", a pesar de las evidencias, que ese partido, el suyo de toda la vida, nos va a llevar al estatus de felicidad. Pero, no seamos simplistas ni maniqueos. Veamos los nuevos partidos. A pesar de que, con mayor o menor obviedad, todos ellos prometen más o menos lo mismo (es posible que uno se pase de crítico, pero parecen nuevos partidos que pretenden ocupar el lugar de los viejos; puede que roben y extorsionen algo menos, eso sí), la gente decide "creer" que caras nuevas pueden renovar los malos hábitos. No está mal expresado, un lavado de cara para unas vías que no dejan de ser las mismas que nos han llevado al desastre (a nivel político y económico). Buscando un paralelismo, se me ocurre el ejemplo de la Iglesia Católica. Ahora mismo, tiene un máximo mandatario la mar de simpático e incluso algo "progresista", pero sigue siendo la misma organización dogmática, reaccionaria, sexista y supersticiosa. Por supuesto, se me dirá que este es mi análisis, que esto no es ni tiene por qué ser así. Lo comprendo, uno es demasiado crítico y radical, y a veces es posible que se le vaya la mano.
domingo, 3 de julio de 2016
En defensa, una vez más, del ateísmo
Existirán muchas motivaciones para el ateísmo. Afortunadamente, hoy
en día, proliferan los grupos y federaciones que se declaran ateos, pero
no está de más examinar con atención las premisas morales e ideológicas
que pueden compartir los integrantes de estos grupos. No voy a hablar
en nombre de nadie, pero expresaré aquí un pensamiento y una conducta
con la que me identifico plenamente al hablar de ateísmo y con la que creo
que se puede enarbolar una bandera (simbólica, por favor) en los grupos
ateos. Habrá que aclarar, antes de caer en una conversación pueril o
baladí, que el ateísmo demandado está lleno de contenido humano, moral y
filosófico. La "no creencia", en una divinidad o en alguna suerte de
trascendencia o plano sobrenatural, resulta un punto de partida nada
más. Al igual que la anarquía puede tener una acepción negativa, y debe
ser respondida con los más poderosos valores humanos en una adecuada
praxis, el ateísmo no es, a mi modo de ver, una simple ausencia de fe
ultraterrena (algo que tiene muchas aristas, por supuesto, y no es
únicamente el monoteísmo su único sendero).
miércoles, 29 de junio de 2016
El mito en la historia
Alguien dijo que el mito expresa lo que jamás deja de ocurrir y, al
ser un paradigma, resulta válido para todos los tiempos. De alguna
manera, queda fija mediante el mito la esencia de una situación cósmica o
de una estructura de la realidad, y se advierte en el relato que se
desarrolla en un tiempo siempre presente. Los presocráticos fueron
ambivalentes respecto al mito, lo descartaron de alguna manera en
beneficio del logos, pero también hicieron crecer a éste sobre el
terreno de aquél. Más tarde, los sofistas tratarán de separar el mito de
la razón, aunque admitiendo en algunos casos la narración mitológica
para la verdad filosófica. Platón, en esa línea, considerará el mito
como un modo de expresar cierta verdades que escapan a la capacidad
razonadora. Filósofos neoplatónicos tratarán la naturaleza y clases de
mitos, así como la justificación de su carácter divino (lo mitos
representarían a los dioses y a sus acciones). También en la Edad Media
se prestará especial atención a los mitos y a su carácter explicativo.
sábado, 25 de junio de 2016
Las supuestas inteligencias múltiples
En 1983, Howard Gardner propone el concepto de "inteligencias múltiples" en su libro Frames of mind. Gardner ponía en cuestión la teoría de una inteligencia única y propuso nada menos que siete (con el tiempo, aparecería otra denominada "intrapersonal"); cada ser humano destacaría, al menos, en dos o tres de ellas. Las ocho inteligencias de Gardner pueden verse en la ilustración adjunta. La teoría de Gardner no causó ninguna repercusión en la comunidad científica, y así sigue a día de hoy, pero en estos tiempos en que la confusión sobre el conocimiento reina a sus anchas merece la pena que le dediquemos algo de atención. Al fin y al cabo, ¿a quién no le agrada escuchar que es inteligente de una forma o de otra? Tantas veces, hemos dicho que la mala praxis de médicos supuestamente científicos no valida las tesis de la medicina alternativa (consideradas sencillamente pseudociencia). Pues bien, algo similar ha ocurrido con la teoría de las inteligencias múltiples, pero esta vez en el ámbito pedagógico donde sí obtuvieron cierto calado.
viernes, 17 de junio de 2016
El diccionario del diablo
Tuve la oportunidad hace ya tiempo de disfrutar de la lectura de El diccionario del diablo,
algo que me resultaría una grata sorpresa al no conocer en absoluto al
autor. La lucidez presente en este glosario sobre la estupidez humana,
así como la mala uva y el corrosivo sentido del humor, hicieron pasar a
la posteridad esta obra y sigue teniendo, desgraciadamente por otra
parte, plena actualidad más de un siglo después.
El estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914) ejerció también de periodista y editorialista, siempre polémico y con la enemistad ganada de muchos de sus colegas de profesión. Su prestigio como escritor se debe sobre todo a sus narraciones cortas, no exentas tampoco de ironía y de humor negro, con frecuentes temáticas del género de terror. Es por eso que se le considera, tantas veces, a la altura de sus compatriotras Allan Poe y H.P. Lovecraft, y heredero de otros escritores norteamericanos fundamentales como Nathaniel Hawthorne y Herman Melville. La vida de Bierce es digna de un relato de aventuras y, en su tramo final en México junto a Pancho Villa (con misterioso final incluido), así lo recogió la conocida novela de Carlos Fuentes Gringo viejo y la homónima adaptación cinematográfica de Luis Puenzo en 1989 protagonizada por Gregory Peck. Siendo un crío, Ambrose Bierce entraría en la Escuela Superior Militar de Kentucky y lucharía posteriormente como voluntario en la Guerra de Secesión; solo después del conflicto, pobre y desencantado como estaba, comenzó a escribir; en 1876, partió hacia Bosnia para realizar un trabajo geográfico y, de ahí, sin que se sepa muy bien cómo, acabó en Estambul donde conocería a Bakunin; el gigante anarquista ruso le iniciaría en la idea y partirían hacia Roma decididos a liquidar a Pío IX; perseguidos por la policía de todo el Continente, se separan en Esmirna y Bierce vuelve a los Estados Unidos, donde iniciaría su carrera como periodista y escritor; hechos trágicos en su vida y desengaños amorosos le condujeron al alcohol y a un carácter amargo, para acabar emigrando a México y luchar al lado de Pancho Villa; sus últimas palabras en suelo estadounidense fueron: "Si se enteran de que he sido puesto contra un paredón mexicano y cosido a balazos, sepan que pienso que es una buena forma de abandonar esta mierda".
El estadounidense Ambrose Bierce (1842-1914) ejerció también de periodista y editorialista, siempre polémico y con la enemistad ganada de muchos de sus colegas de profesión. Su prestigio como escritor se debe sobre todo a sus narraciones cortas, no exentas tampoco de ironía y de humor negro, con frecuentes temáticas del género de terror. Es por eso que se le considera, tantas veces, a la altura de sus compatriotras Allan Poe y H.P. Lovecraft, y heredero de otros escritores norteamericanos fundamentales como Nathaniel Hawthorne y Herman Melville. La vida de Bierce es digna de un relato de aventuras y, en su tramo final en México junto a Pancho Villa (con misterioso final incluido), así lo recogió la conocida novela de Carlos Fuentes Gringo viejo y la homónima adaptación cinematográfica de Luis Puenzo en 1989 protagonizada por Gregory Peck. Siendo un crío, Ambrose Bierce entraría en la Escuela Superior Militar de Kentucky y lucharía posteriormente como voluntario en la Guerra de Secesión; solo después del conflicto, pobre y desencantado como estaba, comenzó a escribir; en 1876, partió hacia Bosnia para realizar un trabajo geográfico y, de ahí, sin que se sepa muy bien cómo, acabó en Estambul donde conocería a Bakunin; el gigante anarquista ruso le iniciaría en la idea y partirían hacia Roma decididos a liquidar a Pío IX; perseguidos por la policía de todo el Continente, se separan en Esmirna y Bierce vuelve a los Estados Unidos, donde iniciaría su carrera como periodista y escritor; hechos trágicos en su vida y desengaños amorosos le condujeron al alcohol y a un carácter amargo, para acabar emigrando a México y luchar al lado de Pancho Villa; sus últimas palabras en suelo estadounidense fueron: "Si se enteran de que he sido puesto contra un paredón mexicano y cosido a balazos, sepan que pienso que es una buena forma de abandonar esta mierda".
lunes, 13 de junio de 2016
A vueltas con la pseudociencia
Como ya sabrán los que tengan la osadía de seguir este pertinaz blog, uno de sus principales protagonistas (o, mejor dicho, antagonistas) es la llamada "seudociencia" (creemos que es el calificativo más apropiado
para aquello que no posee verificación científica, más sencilla no puede
ser la cosa a priori). Nuestra postura al respecto es clara, aunque no rígida (las
acusaciones de dogmatismo científico no nos deben hacen perder el horizonte), y seremos sinceros afirmando que nuestra reiterada, y seguramente cansina, posición crítica está precedida por
el agobio y el estupor ante la oleada de toda suerte de imposturas
intelectuales, medicinas alternativas, teorías de tres al cuarto (tantas
veces disfrazadas de ciencia) y, en suma, charlatanería más o menos
hábil. A pesar de las numerosas discusiones que solemos tener al respecto (somos, al menos, tan pertinaces en nuestro escepticismo crítico como los defensores de según qué cosas), no
nos parece que sea en absoluto un tema menor y
jueves, 9 de junio de 2016
Energías alternativas
Aquella persona empleaba con tal gratuidad el término "energía", que estaba poniendo a prueba mi habitual templanza de ánimo. Como tal vez imaginen ustedes, no se trataba de un uso acorde con el más elemental conocimiento científico. Era obvio que no. La gesticulación y el énfasis, con que se quería adornar la cuestión, eran inversamente proporcionales al contenido semántico de la palabra de marras. Al parecer, todos y cada uno de los seres humanos, según aquel categórico ser humano, tenemos una buena o mala energía. No sin dificultad, pude intervenir en la conversación, y aclarar que la energía como concepto científico no puede contener efecto benévolo o maléfico alguno. He de reconocer que aquella especie de gurú verborreico poséia habilidades oratorias notables. Carentes de contenido, seguro, pero habilidades a fin y al cabo.
sábado, 4 de junio de 2016
Razones ateas
Si rechazamos cualquier tipo de determinismo o de doctrina de la
Providencia, la conlusión lógica es que solo nos queda negar a Dios. Lo haremos de igual manera, si
creemos en una continua transformación en el mundo físico y social, si
negamos cualquier causalidad, en el sentido de un comienzo, un
desarrollo y un fin. Porque habría que rechazar lo eterno, lo infinito,
lo absolutamente perfecto, y deberiamos atrevernos a dejar a un lado lo
incomprensible, ya que de una forma o de otra acaba cayendo en lo
viernes, 27 de mayo de 2016
La devastadora filosofía del pensamiento positivo
Había algo especialmente frío y agobiante ya a primera hora de aquella mañana. El periódico no invitaba tampoco a la tranquilidad existencial. Los titulares reincidían en una mediocre y mezquina clase política. El sistema económico, una y otra vez, relegaba a gran parte de los seres humanos a la más pura indigencia. Una mueca hosca y áspera se dibuja en mi rostro de forma inevitable. Cuando, como cada día, iba a coger el autobús para dirigirme al trabajo, algo tomó una deriva inesperada. Aquello que estaba frente a mí no pertenecía a la Empresa Municipal de Transportes. No. Era igualmente un vehículo, pero parecía conducir a una dimensión desconocida. Contradiciendo a aquellos que me acusan de estar cerrado a explicaciones alternativas, pensé en la teoría cuántica. Si existen universos paralelos, era el momento de comprobarlo.
lunes, 23 de mayo de 2016
Dawkins, la evolución y los memes
En la entrada anterior, mencioné a Richard Dawkins,
más como referente ateo que por su trabajo científico (aunque, hay que
decir que ambas facetas se confunden). El caso es que he observado
cierta animadversión (me refiero dentro del ámbito de la crítica y del librepensamiento, claro está) debido a que se trata de un
científico "neodarwinista" (sic). He de decir, en primer lugar, que esta
controversia científica, entre partidarios de la evolución y críticos
de ella, se me escapa bastante. Si conozco a Dawkins, es
principalmente por la lectura de dos libros suyos, El espejismo de Dios y Destejiendo el Arco Iris.
Ciencia, ilusión y el deseo de asombro, que me parecen magníficas
divulgaciones científicas y obras devastadoras con la irracionalidad. En
cualquier caso, nunca me refiero a ningún autor empleando su discurso
de forma categórica, al menos no es mi intención hacerlo, ya que mi sano
escepticismo, junto a mi notable ignorancia, tratan de impedir
permanentemente que haga tal cosa. Con la mera mención a Dawkins, he observado que solo mencionar su nombre produce esa
crítica (se señala su condición "evolucionista" como un dogma y se le
acusa también de determinista), aunque insistiré en que mis alusiones no
implican que esté de acuerdo en todo con ese autor. Veamos si podemos
arrojar algo de luz (sin sarcasmo) a un debate que, a priori, se me
escapa un poco (seguro que bastante).
viernes, 20 de mayo de 2016
El saludable mal humor de Dawkins
Pues me cae de "puta madre" el científico Richard Dawkins. Alguien
que, en esta sociedad que vivimos caracterizada por la frivolidad y lo
"políticamente correcto", se considera ateo y anticlerical me parece,
intelectualmente, de lo más sano y gratificante. Porque ir por ahí
diciendo uno que es ateo pasa lo mismo que al manifestar tus simpatías
por el anarquismo, que en el mejor de los casos parece que tiene que ir
acompañado de un montón de aclaraciones y "justificaciones" (en el peor,
donde no podrás ni hablar, sufrirás una irritante displicencia). La
tolerancia tontorrona ("tolerancia" ya es una palabra más que
cuestionable, pero además hay que añadirle algún epíteto poco
favorecedor como éste) provoca que haya que ser cauto al manifestar tu
oposición a según qué cosas. Los adoradores de la superficialidad
critican el ser "antialgo", falacia mezquina que la mayor
jueves, 12 de mayo de 2016
Malos humores
Hace unos días, trate de satirizar (conseguirlo, ya es otra cosa), con un relato inventado sobre supuestos viajes por países del Lejano Oriente, el gusto que hay en las sociedades occidentales por ciertas tradiciones orientales, todo lo pintorescas que se quiera, pero que sencillamente hay que considerar como pseudociencia o, más exactamente, como ciencia obsoleta (conocimiento que el tiempo ha demostrado sin validez científica). Así, aludí a la supuestas creencia actual en dichos países de la Teoría de los Cuatro Humores, líquidos vitales del cuerpo humano, cuyo predominio afectaba a la personalidad del individuo. Ya diciendo la verdad, desconozco si en alguna región del planeta se imparten cursos sobre esto, pretendiendo que tenga alguna legitimidad científica. Sé que en las carreras universitarias, como es el caso de la filosofía (qué es la filosofía antigua, sino ciencia para la sociedad del momento), sencillamente se estudia como historia (y, claro está, como ciencia obsoleta).
sábado, 7 de mayo de 2016
La filosofía gana la batalla
De la palabra "religión" existen dos interpretaciones etimológicas.
Una viene de "religar", "vincular" o "atar", y en ella se considera como
propio la subordinación y vinculación a la divinidad (estar "religado" a
Dios). En la otra interpretación, ser religioso vendría a significar
ser escrupuloso (en los deberes impuestos al ciudadano en el culto a los
dioses del Estado-ciudad). Esta segunda acepción tendría más que ver
con el concepto de "justicia" (con una interpretación muy amplia, tal y
como la entendían los romanos). Interpretada exclusivamente como
justicia, la religión puede acabar prestando atención únicamente a lo
moral o viceversa, cuando la moral se sacrifica enteramente a la fe. La
interpretación de religión como "religación" resulta rechazable se mire
por donde se mire: una dependencia que puede desembocar en "temor" o en
"fascinación" (que también puede llamarse "papanatismo") o una
consideración intuitiva de valores llamados supremos (la "santidad", tan
abstracta y tan detestable a mi modo de ver). Se ha hablado también de
la interpretación religiosa como un reconocimiento racional de una
relación fundamental entre la persona y la divinidad, pero se me escapa
aquí el significado con la presencia de tanto oxímoron.
domingo, 1 de mayo de 2016
Terapias alternativas basadas en el exotismo occidental
Recientemente, he hecho un viaje por diversos países de lo que en Occidente denominamos Lejano Oriente. Con no pocas dosis de estupor, comprobé que en aquellas sociedades, junto a la medicina convencional (o, mejor, científica), existe cierta querencia por las terapias alternativas. De forma más concreta, se alaban ciertas prácticas de la medicina occidental, cuyos postulados están mayoritariamente obsoletos desde el punto de vista científico. Es más, por lo que pude comprobar, la palabra Occidente actúa como un mecanismo catártico en la retórica habitual de estos "terapeutas" alternativos, que también vienen a ocupar un rol de maestros espirituales, por lo que la frontera entre medicina y creencia mística es bastante difusa.
miércoles, 27 de abril de 2016
Sanal Edamaruku y el activismo racionalista en la India
La India es un país con un tremendo apego por las creencias
sobrenaturales. Un activista ateo y racionalista, como Sanal
Edamaruku, presidente de la Asociación Racionalista de la India, y fundador de Rationalist International, ha sufrido persecuciones institucionales por señalar
las falsedades de religiones de todo tipo durante años. Cuesta creer que retara a un
faquir, que se consideraba un "maestro tántrico", en un programa de televisión para que le matara con sus
supuestos poderes; tras la fallida tentativa, después de insistir en cánticos mantras, el santón aseguro que
alguna poderosa divinidad debía protegerle, mientras que Edamaruku
contestó que él era ateo.
domingo, 24 de abril de 2016
El retorno de los charlatanes
Para los que no lo conozcan, Mauricio-José Schwarz es un escritor mexicano, además de periodista y fotógrafo, que actualmente vive en España. Nos ocuparemos aquí de su faceta de divulgador del escepticismo y del pensamiento crítico, siendo miembro del Círculo Escéptico, organización que se ocupa de cuestionar la ingente cantidad de propuestas pseudocientíficas que nos rodean. No tiene precio el blog de Schwarz, acertadamente llamado "El retorno de los charlatanes", y subtitulado "Cuestionamientos al pensamiento mágico, la irracionalidad cómoda, el embuste paranormal y otras fantasía perjudiciales".
sábado, 16 de abril de 2016
Programación Neurolingüstica, o cómo manipular al prójimo
Como el término coach es uno de los que nos hacen saltar todas las alarmas escépticas, cuando además, estas personas que aseguran ser capaces de "adiestrar" al prójimo, utilizan cierta jerga de apariencia científica, el asunto invita a una mayor indagación. Es el caso, y de nuevo hablo por experiencias personales, de la llamada Programación Neurolingüistica (PNL). Esta técnica tiene ya unas décadas, y viene a decir, lo cual explica su denominación, que existe una conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y ciertos patrones de comportamiento adquiridos durante las experiencias de las personas. Así, se asegura que estos últimos, que podemos considerar una programación, pueden cambiarse para lograr objetivos exitosos en nuestras vidas. Dicho de otro modo, los practicantes de la PNL pretenden reprogramarnos, en lo que atañe a nuestras creencias y a nuestros procesos sensoriales y psicológicos.
sábado, 9 de abril de 2016
Invitaciones sectarias
En la cartelera madrileña, se acaba de estrenar una buena película de género, La invitación,
que además nos brinda una reflexión sobre los tiempos que vivimos en
los que tantas personas son capaces de creer en cualquier cosa, por
absurda que sea, si creen que con ello se aferran a la vida (o no tanto,
como veremos). Para los que quieran disfrutar de la película, no deseo
desvelar demasiado de la trama de este film, sencilla, muy sencilla al
menos aparentemente, pero muy bien llevada a nivel de thriller; sin dar
martes, 5 de abril de 2016
Medicina sin engaños
José Miguel Mulet, autor del libro Medicina sin engaños, es profesor titular de biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia. Esta obra arremete contra las llamadas terapias alternativas o complementarias y hace una decidida defensa de la medicina científica. Se trata de que el lector tenga mejores armas, además de un espíritu crítico, para enfrentarse a decisiones que tengan que ver con su salud. El texto es ameno, escrito de forma sencilla, e incluso no exento de cierto agradecible sarcasmo. Aunque tantas veces se nos trata de hacer ver lo contrario, la medicina científica está siempre abierta a continuos aportes, vengan de donde vengan y siempre si se ha demostrado su eficacia. El propio Mulet alude, y a todos nos resultará familiar, eal hecho de que ciertos médicos (o pseudomédicos) dicen haber descubierto la panacea en sanación, y se aseguran de difundir que solo ellos lo han inventado y, además, pueden aplicarlo. Esta es una táctica más propia del pasado, de los charlatanes del siglo XIX.
sábado, 2 de abril de 2016
El ateísmo, tan natural como la religión
Siempre se nos ha vendido que la religión viene a ser un proceso natural, de alguna manera necesario a nivel individual y social. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Universidad de Cambridge sugiere que el ateísmo puede ser tan natural como la propia creencia religiosa. La idea de que, de alguna manera, el ser humano está predeterminado por la religión, de que ve viene a ser una "configuración por defecto, se viene abajo. Así, las personas en la Antigüedad no siempre creían en dioses y pudieron desenvolverse y medrar en aquellas sociedades politeístas. Así lo sostiene Tim Whitmarsh, profesor de Cultura Griega y miembro del St. John's College de la Universidad de Cambridge. Según este estudio, el ateísmo no sería necesariamente un fenómeno moderno, sino que se desarrolló notablemente en el mundo antiguo, especialmente en las sociedades griegas y en la Roma precristiana.
sábado, 19 de marzo de 2016
Cosas paranormales
A pesar del tentador, facilón y ofensivo juego de palabras, siempre hemos defendido desde este blog que las creencias paranormales (o sobrenaturales, en general) de las personas están condicionadas por demasiados factores. Es decir, hay muchas personas razonables que, por los motivos que sea, tienden a creer en determinadas cuestiones ajenas a la ciencia. Vamos a ocuparnos en esta ocasión de los llamados fenómenos paranormales. Al parecer, y de nuevo acudimos a un estudio, sí existen algunas diferencias cognitivas entre las personas que creen en la parapsicología y aquellos escépticos que desconfían de lo paranormal. Los primeros serían menos proclives al pensamiento analítico.
miércoles, 9 de marzo de 2016
Acusaciones religiosas con "mala fe"
Muy a menudo, y creo que la experiencia personal de los ateos combativos lo corrobora, incluso en gente del ámbito académico, se relaciona ateísmo con dogmatismo. De hecho, esto quizás a un nivel más coloquial, se quiere ver el ateísmo como una nueva religión. "Religión atea" o "ateísmo dogmático" es, ni más ni menos, un oxímoron. En cambio, "fundamentalismo religoso" parece más bien un pleonasmo.
Parecen acusaciones interesadas, esas de dogmatismo y relativistas morales a los ateos, que tal vez tengan algún sentido como argumento ad hominem (es decir, obviamente, habrá ateos que puedan ser algo de eso), por parte de religiosos y teístas. Es posible que su propia lógica dogmática y teológica les lleve a pensar que, necesariamente, los ateos queremos inaugurar una nueva religión. Estas afirmaciones, con el transfondo de un supuesto "relativismo moral" que da mucho juego retórico, realizadas con asiduidad por los papas y demás representantes religiosos, contienen una considerable dosis de ignorancia y/o mala fe (y no tratamos de hacer un chiste). Ha sido todo un debate en la historia el de la moral, asociada o no a la religión. Mi conclusión es que el absolutismo, la verdad con mayúsculas, el que precisamente ha permitido a los creyentes realizar cualquier acto depravado en su nombre.
Parecen acusaciones interesadas, esas de dogmatismo y relativistas morales a los ateos, que tal vez tengan algún sentido como argumento ad hominem (es decir, obviamente, habrá ateos que puedan ser algo de eso), por parte de religiosos y teístas. Es posible que su propia lógica dogmática y teológica les lleve a pensar que, necesariamente, los ateos queremos inaugurar una nueva religión. Estas afirmaciones, con el transfondo de un supuesto "relativismo moral" que da mucho juego retórico, realizadas con asiduidad por los papas y demás representantes religiosos, contienen una considerable dosis de ignorancia y/o mala fe (y no tratamos de hacer un chiste). Ha sido todo un debate en la historia el de la moral, asociada o no a la religión. Mi conclusión es que el absolutismo, la verdad con mayúsculas, el que precisamente ha permitido a los creyentes realizar cualquier acto depravado en su nombre.
martes, 1 de marzo de 2016
Medicina científica y/o pseudocientífica
A menudo, los practicantes de la medicina alternativa o complementaria insisten en los males de la llamada medicina convencional, oficial y científica (usados estos apelativos indistintamente). Bien, en primer lugar hay que decir que cuando decimos medicina científica, y solo usaremos ese término en nuestro caso, no nos referimos a medicina oficial ni convencional (primero, por una cuestión semántica, ya la ciencia debe ser revisada constantemente, nunca ser estática o dogmática); estamos sencillamente, con la denominación e "científica", hablando de una medicina que ha demostrado ser eficaz, o razonablemente eficaz. Otra cosa es un sistema basado en el privilegio y la codicia, donde también entran la medicina y los medicamentos; bien porque que se prime el beneficio económico, frente al adecuado tratamiento y la búsqueda de la sanación de las personas, bien por la subordinación de la clase dirigente y la desidia de los profesiones. Desde este punto de vista, la medicina "oficial", consecuencia de ese sistema capitalista, tiene muchas cosas criticables y, tantas otras, repudiables. Esta evidencia, que por otra parte tampoco hay que llevar al extremo, no es en ningún argumento, para defender prácticas que no han demostrado ser eficaces (es decir, la ciencia nos dice eso, por lo que sus supuestos éxitos son comparables al placebo, de cuyas características ya hemos hablado).
sábado, 27 de febrero de 2016
La sorprendente energía vital
Recientemente, he oído hablar de un Vitalómetro, que al parecer también se conoce como Rueda de Egely (por su inventor). Este artilugio, supuestamente, mide la energía vital y alcanza un precio de más de 150 euros en la red (la verdad, desconocemos si se puede adquirir en tiendas, aunque no nos extrañaría). Recordemos que la energía vital, conocida como Chi (o Qi) en prácticas como la acupuntura, es la base de estas terapias, alternativas a la medicina científica. Y en esta última palabra está el meollo de la cuestión, ¿podemos o no demostrar que algo como el Cchi existe tal y como pretende el Vitalómetro? ¿Es la energía vital o no una hipótesis falsable? Esto es, si la ciencia nos puede demostrar que es falsa y echar por tierra entonces, con el nombre de pseudociencia, la terapia que usa como base dicho concepto.
Diremos que el precio antes mencionado del aparatito, no es que sea desorbitado, es que no debería costar ni un euro. Podemos improvisar el Vitalómetro a nivel casero, solo son necesarias una aguja, sobre una base, y un trozo de papel. En broma o en serio, podemos contemplar multitud de vídeos en la red en el que personas consiguen girar el papel alrededor de la aguja al acercar sus manos; la imaginación de cada uno encontrará alguna explicación: poderes telequinéticos, energía vital… La realidad es que la explicación es muy sencilla y está relacionada con el gradiente térmico (no con la energía vital): la diferencia de temperatura entre el aire frío y la temperatura de nuestras manos provoca que el aire se acaba calentando y ascienda. La explicación es muy sencilla sin necesidad de recurrir a determinados entes no demostrados como reales por la ciencia.
Al parecer el Vitalómetro tiene algunos precedentes; en la misma acupuntura hay algún aparato como sistema de diagnóstico, basado en la conductividad de la piel en algunos puntos. En otros casos, se mezcla un poquito de quinesiología y otro tanto de homeopatía para que nuestro método asegure que las enfermedades puede diagnosticarse por la medición de la resistencia eléctrica en la piel. Lo que nos dice la ciencia es que es un despropósito asegurar que todos los problemas de salud son eléctricos y con electricidad podamos curarlos. Todavía existe algún otro artilugio que asegura encontrar la localización de los diversos puntos de acupuntura. Recordemos que las personas somos un buen material para conducir la electricidad y esto es en realidad lo que estos aparatos indican; las zonas donde mejor conducción tenemos (por ejemplo, las zonas mojadas). Si aplicamos la termografía a la acupuntura, es tan sencillo como afirmar que las zonas donde nos pinchen tendrán un mayor temperatura (en la pantalla aparecerán de color más cálidos: rojos o amarillos). Por supuesto, cada uno puede aludir al Chi, o Qui, o a lo que quiera, para buscar la explicación.
Diremos que el precio antes mencionado del aparatito, no es que sea desorbitado, es que no debería costar ni un euro. Podemos improvisar el Vitalómetro a nivel casero, solo son necesarias una aguja, sobre una base, y un trozo de papel. En broma o en serio, podemos contemplar multitud de vídeos en la red en el que personas consiguen girar el papel alrededor de la aguja al acercar sus manos; la imaginación de cada uno encontrará alguna explicación: poderes telequinéticos, energía vital… La realidad es que la explicación es muy sencilla y está relacionada con el gradiente térmico (no con la energía vital): la diferencia de temperatura entre el aire frío y la temperatura de nuestras manos provoca que el aire se acaba calentando y ascienda. La explicación es muy sencilla sin necesidad de recurrir a determinados entes no demostrados como reales por la ciencia.
Al parecer el Vitalómetro tiene algunos precedentes; en la misma acupuntura hay algún aparato como sistema de diagnóstico, basado en la conductividad de la piel en algunos puntos. En otros casos, se mezcla un poquito de quinesiología y otro tanto de homeopatía para que nuestro método asegure que las enfermedades puede diagnosticarse por la medición de la resistencia eléctrica en la piel. Lo que nos dice la ciencia es que es un despropósito asegurar que todos los problemas de salud son eléctricos y con electricidad podamos curarlos. Todavía existe algún otro artilugio que asegura encontrar la localización de los diversos puntos de acupuntura. Recordemos que las personas somos un buen material para conducir la electricidad y esto es en realidad lo que estos aparatos indican; las zonas donde mejor conducción tenemos (por ejemplo, las zonas mojadas). Si aplicamos la termografía a la acupuntura, es tan sencillo como afirmar que las zonas donde nos pinchen tendrán un mayor temperatura (en la pantalla aparecerán de color más cálidos: rojos o amarillos). Por supuesto, cada uno puede aludir al Chi, o Qui, o a lo que quiera, para buscar la explicación.
martes, 23 de febrero de 2016
Las pruebas de la inexistencia de Dios
El pensamiento religioso, y más concretamente el monoteísmo, todavía se está recuperando de la obra de Sébastien Faure Doce pruebas que demuestran la no existencia de Dios, publicado ya hace bastantes décadas. Es un trabajo sumamente ingenioso, creado en su tiempo para socavar las bases de una sociedad conservadora, y así seguimos a día de hoy. Ya hace mucho tiempo que el conocimiento científico, aunque no sea su papel demostrar la existencia de un concepto abstracto-místico, sí convierte la idea de Dios en algo inútil si lo que se quiere es justificar algún tipo de cosmogonía religiosa.
Faure demuestra lo absurdo de la idea divina, y lo hace ordenando sus razones en tres grupos: el Dios-Creador, el Dios-Gobernador (o Providencia) y el Dios-Justiciero (o Magistrado). Recordemos que estos tres rasgos están detrás del monoteísmo (o teísmo de toda la vida, por más que se quiera suavizar o enmascarar de diversos modos). Si atendemos a las primeras razones, hay que recordar que la acción de "crear" (obtener algo de la nada) es sencillamente imposible; ya los antiguos griegos consideraban que la nada, nada adviene (ex nihilo nihil fit). Eso sí, luego llegó la teología cristiana para aportar absurdo y misterio a la cuestión. La razón solo puede rechazar la hipótesis de un Ser auténticamente creador.
Faure demuestra lo absurdo de la idea divina, y lo hace ordenando sus razones en tres grupos: el Dios-Creador, el Dios-Gobernador (o Providencia) y el Dios-Justiciero (o Magistrado). Recordemos que estos tres rasgos están detrás del monoteísmo (o teísmo de toda la vida, por más que se quiera suavizar o enmascarar de diversos modos). Si atendemos a las primeras razones, hay que recordar que la acción de "crear" (obtener algo de la nada) es sencillamente imposible; ya los antiguos griegos consideraban que la nada, nada adviene (ex nihilo nihil fit). Eso sí, luego llegó la teología cristiana para aportar absurdo y misterio a la cuestión. La razón solo puede rechazar la hipótesis de un Ser auténticamente creador.
sábado, 20 de febrero de 2016
La desacralización como libertad de indagación
Hasta hace poco, la religión se ha considerado un proceso casi natural
en el pensamiento humano; tal y como escribió Marx, se trata del
consuelo de los oprimidos, "el opio del pueblo", expresado en un pasaje
muy divulgado, pero tal vez no lo suficientemente entendido. Sin
embargo, a pesar de que la falta de certeza, los miedos y las angustias
son inherentes al ser humano, esa función de consuelo ejercida por la
religión se diferencia del deseo por conocer el mundo propio del saber
científico. Frente a las grandes verdades e ideas inmutables propias de
las religiones, nada mejor que una forma extrema de pensamiento crítico,
el permanente anhelo de hacerse preguntas en aras de mejorar cualquier
ámbito humano. Parece claro que, si la religión volvió con inusitada
fuerza a finales del siglo XX, a principios del XXI el debate sobre el
ateísmo está a la orden del día y resulta más importante que nunca para
una sociedad laica y con plena libertad de conciencia. El temor de
Comte-Sponville a renunciar a los valores fundados en la religión, que
puede verse reflejado en la famosa frase atribuida a Dostoievski "Si
Dios no existe, todo está permitido", resulta de lo más cuestionable.
sábado, 6 de febrero de 2016
Análisis y denuncias radicales
Me resulta inquietante el mundo en que vivimos. Un mundo plagado de opresión, explotación e injusticias de toda índole; tantas veces, sustentadas más en la desidia y en la estupidez, que en una impotencia explícita. Culturalmente, hay cada vez mayor libertad para la queja, o la crítica si somos algo más lúcidos; sin embargo, las cosas en el momento siguiente a la denuncia, incluso reconocida por el propio sistema, no tardan en continuar como estaban. Pongamos el ejemplo del cine. Incluso, en el bastante conservador Hollywood se admiten ya películas bastante críticas con el sistema globalizado, económico y político, con los Estados Unidos de América a la cabeza; bonitas frases pronunciadas por megaestrellas, que buscan el aplauso del público bienintencionado. Todas esas críticas culturales, que llegan incluso a un publico amplio, se suelen producir a posteriori, cuando el mundo ha vuelto ya sin remedio a su loco engranaje. Aunque asentimos, ante lo más o menos acertado del análisis, la decisión radical que puede cambiar las cosas brilla por su ausencia. Tengo la sensación que las políticas económicas que han llevado a la crisis (denunciadas ahora una y otra vez), sin ningún control verdaderamente democrático, por continuar con un ejemplo concreto que se reconozca fácilmente, no tardarán en ensalzarse de nuevo para que dentro de pocos años volvamos a sufrir otra depresión económica. Me corrijo, la devastación económica la sufre de forma continua gran parte del planeta a la que la crisis del capitalismo la debe sonar a chiste macabro. Mi mentalidad y mi análisis no deja de ser la de alguien privilegiado.
miércoles, 3 de febrero de 2016
Las rutas senderistas de la espiritualidad
Uno de los placeres, que no siempre tengo tiempo de disfrutar, es caminar por el campo. En aquel grupo de senderistas de una sierra del norte de Madrid, del que formaba parte, no todos me eran conocidos. Una de esas personas, de actitud aparentemente vitalista, pero rayando en lo estridente en mi humilde impresión, hablaba en voz bastante alta. Daba la impresión, solo la impresión, de que le gustaba hacerse notar. No es que estuviera haciendo mucho caso a lo que aquel individuo exponía, pero creí entender en su retórica términos como "espiritualidad", "medicina", "holística" y "misticismo" Ay, ay, pensé para mis adentros.
Como hacía tiempo que no practicaba la sana actividad del senderismo, decidí concentrarme en mi propia condición física y disfrutar del paisaje. Aquel improvisado conferenciante parecía tener un público al que agradaba su discurso, y yo sencillamente debía concentrarme en lo mío. Sin embargo, hiciera lo que hiciera, la voz de aquel sujeto resonaba por doquier. No pude evitar, ante aquella verborrea que empezaba a martillear mi cerebro, dirigir mi vista hacia el individuo en cuestión. De de forma sorprendente, y tal vez algo esotérica, él también giró la cabeza y nuestras miradas se cruzaron. No sé por qué, pero me sentí como la presa ya a punto de caer en manos del depredador.
Como hacía tiempo que no practicaba la sana actividad del senderismo, decidí concentrarme en mi propia condición física y disfrutar del paisaje. Aquel improvisado conferenciante parecía tener un público al que agradaba su discurso, y yo sencillamente debía concentrarme en lo mío. Sin embargo, hiciera lo que hiciera, la voz de aquel sujeto resonaba por doquier. No pude evitar, ante aquella verborrea que empezaba a martillear mi cerebro, dirigir mi vista hacia el individuo en cuestión. De de forma sorprendente, y tal vez algo esotérica, él también giró la cabeza y nuestras miradas se cruzaron. No sé por qué, pero me sentí como la presa ya a punto de caer en manos del depredador.
sábado, 30 de enero de 2016
Indignación nacionalista en la barra de un bar
Tan solo quería acabar mi vespertina taza de café, pero el ruido en aquel local se estaba convirtiendo en insoportable. Al parecer, un televisor de considerable envergadura dedicaba su emisión a uno de los temas candentes de actualidad. Un individuo a mi lado, con la mirada fija en el aparato y visiblemente encrespado, hablaba con un elevado tono de voz sobre lo que consideraba algo inadmisible. El tema en cuestión, dicho con palabras coloquiales, era que una parte de España pretendía separarse y no saber nada ya nada más del resto. Era algo que parecía volver loco a aquel sujeto, que no toleraba en modo alguna dicha secesión. Aunque todos ellos, televisor, tema e individuo, me producían cierto hartazgo, y algo de irritación, no dejé evadirse en primera instancia a mi autocontrol. Aquello solo fue un pobre esbozo de ingenuidad, ya que al alzar la mirada pude ver al tipo mirándome directamente a los ojos.
sábado, 23 de enero de 2016
Glosario de creencias y terapias alternativas
De nuevo hemos recibido un nuevo aluvión de misivas, emitidas por todo tipo de canal (nuestros lectores son muy hábiles para hacer llegar sus mensajes), pidiéndonos arrojar algo de luz (¡contengan ustedes la risa!) sobre toda clase de creencias, pseudociencia y terapias alternativas. Vamos a ello, como ya hicimos en alguna otra ocasión, realizando un pequeño glosario a modo de ejemplos. No hace falta aclarar que nos limitamos a describir cada uno de los conceptos, nada más lejos de nuestra intención que ser tendenciosos o no ser objetivos (¡ejem!).
Geriniol. Aunque se quiere vender como un poderoso tranquilizante, sustentado en miles de años de uso, y aceptando que así es en gran medida, hay que denunciar los muy destructivos efectos secundarios (o no tan secundarios). Puede verse como una potente droga que lleva a tal alteración de la conciencia y la razón, que conduce al adicto a realizar los actos más absurdos, incluidos atentados contra seres humanos y otras culturas. Del mismo modo, personas que anteriormente llevaban una vida normal, acaban recluidas en comunidades dogmáticas en las que no se admite a los no adictos al Geriniol. Uno de los efectos más fuertes de esta droga es empezar a escuchar voces en tu cabeza, provenientes de algún ser imaginario que suele habitar en un mundo situado en las alturas; estos individuos pueden incluso acabar siendo líderes de la comunidad de adictos al Geriniol. Grotestos rituales, incluso algunos cercano al canibalismo, aunque sea a modo simbólico, creencias en torturas permanentes en lugares fantásticos posteriores a la muerte, o la alusión constante a conceptos ambiguos como salvación o redención, son otras de las características de la adicción a esta droga milenaria conocida como Geriniol.
Geriniol. Aunque se quiere vender como un poderoso tranquilizante, sustentado en miles de años de uso, y aceptando que así es en gran medida, hay que denunciar los muy destructivos efectos secundarios (o no tan secundarios). Puede verse como una potente droga que lleva a tal alteración de la conciencia y la razón, que conduce al adicto a realizar los actos más absurdos, incluidos atentados contra seres humanos y otras culturas. Del mismo modo, personas que anteriormente llevaban una vida normal, acaban recluidas en comunidades dogmáticas en las que no se admite a los no adictos al Geriniol. Uno de los efectos más fuertes de esta droga es empezar a escuchar voces en tu cabeza, provenientes de algún ser imaginario que suele habitar en un mundo situado en las alturas; estos individuos pueden incluso acabar siendo líderes de la comunidad de adictos al Geriniol. Grotestos rituales, incluso algunos cercano al canibalismo, aunque sea a modo simbólico, creencias en torturas permanentes en lugares fantásticos posteriores a la muerte, o la alusión constante a conceptos ambiguos como salvación o redención, son otras de las características de la adicción a esta droga milenaria conocida como Geriniol.
sábado, 16 de enero de 2016
Experiencias kafkianas en un país llamado España
Seguramente
de modo injusto, pero tengo un gran pavor a cualquier ventanilla
gobernada por un funcionario. Cuando me acerqué a aquella, mis temores
no remitieron al comprobar un rostro en el que parecía dibujarse una
mueca de hartazgo. Por encima de aquellos ojos que me interrogaban podía
leerse un letrero que rezaba MEMORIA HISTÓRICA. Me adelanté a su
pregunta cuando le dije lo que quería, aclarar algunas cuestiones sobre
la historia reciente del país. El trabajador del Estado me dijo, antes
de apenas articular palabra, que todo lo referente ya se había publicado
en el Boletín Oficial. Además, añadió, lo más importante era que en la
actualidad estábamos en democracia. Mi gesto de sorpresa debió ser tal,
que el funcionario llegó a mostrar una sonrisa de triunfo. Le detallé
que quería saber, en primer lugar, todo lo referente al siglo XX: los
atrasos del país, las grandes desigualdades, las dictaduras, la
República, los intentos de reforma social, los motivos para la Guerra
Civil…
miércoles, 13 de enero de 2016
Enigmas conspirativos en el transporte público
Cuando aquella mañana, subí al autobús, era con seguridad demasiado temprano para escuchar según qué conversaciones. Alguien dijo, en cierta ocasión, que el volumen de voz de las personas en lugares públicos era inversamente proporcional al interés de lo que estaba diciendo. En aquel momento, supe cuánta verdad contenían aquellas palabras. Aquel individuo describía, pontificando y a viva voz hablando por un teléfono móvil, una teoría acerca de que la Tierra, nuestro planeta, estaba hueca por dentro. Por si el disparate no fuera suficiente, dentro de este espacio se encontraban al parecer civilizaciones muy avanzadas, las cuales entraban y salían alegremente por accesos situados en los dos polos. Estaba seguro que aquello era una especie de broma, cuando otro pasajero, muy atento a las palabras, dijo a alguien que, efectivamente, en la Biblia había referencia a esos seres subterráneos.
sábado, 9 de enero de 2016
Guerras estelares en la cultura popular
Resulta digna de estudio la fiebre actual por según qué elementos de la cultura popular. Seguramente, esto ha existido siempre y, como buenos cascarrabias que somos los críticos, simplemente nos parece que en nuestra época se manifiesta de manera más intensa. Hay que decir que crecí viendo, y disfrutando muchísimo, las películas originales de Star Wars (aunque siempre nos aclararan previamente, para nuestra confusión, que aquellas eran los capítulos 4, 5 y 6); cuando ya bastante adulto, llegaron a las pantallas los tres primeros capítulos, la cosa no tenía ya un gran interés para mí. Ojo, no digo que sea una cuestión de madurez, en absoluto. Como buen amante del cine me parecen legítimos todos los géneros, incluso los más apabullantemente comerciales y dirigidos a "todos los públicos" (en otro momento, eso sí, hablaremos de la tendencia irritantemente infantil de gran parte de Hollywood, de la que gente como George Lucas o Spielberg es más que responsable).
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