A
Krahe se le ha llamado muy a menudo el "Brassens español", cantante y
compositor francés del siglo pasado, y del que creemos puede decirse que es
uno de los grandes poetas contemporáneos. Efectivamente, no solo por su
gran talento, son varías las similitudes que hay entre los dos
cantautores: malos estudiantes, pero devoradores de libros con avidez,
lo que les supuso una gran cultura, ambos empezaron a cantar pasados los
treinta, se mantuvieron al margen de los circuitos de éxito
permaneciendo fieles a sus músicos y amigos, y los dos son simpatizantes
del anarquismo. A pesar de esa filosofía vital coherente, honesta y
profundamente inconformista, Brassens acabó siendo adorado por Francia y
sus discos son ampliamente conocidos. No es el caso, todavía, de Javier
Krahe, aunque sus fieles son (somos) una enorme minoría.