domingo, 19 de junio de 2022

La invasión de los ladrones de mentes

De un tiempo a esta parte, observaba algo extraño en la ciudad. Desde primera hora de la mañana, unos seres de actitud gris, y expresión algo hostil, deambulaban por las calles. Algo les llamaba la atención de mi persona, ya que me miraban con curiosidad señalándome con el dedo e, incluso, emitiendo un pequeño gritito de desaprobación. Comprobaba paulatinamente mi, cada vez mayores, soledad e individuación, mientras que aquellas criaturas parecían moverse en manadas. Tardé un tiempo en descubrir qué era lo que les motivaba para moverse de esa manera en grupo. Gracias a cierta metodología científica, supe de la existencia de un virus que se estaba extendiendo por la urbe. Estos microorganismos penetraban en el cerebro, se asentaban en él sin remedio y obligaban al huésped a adoptar ideas fijas e inmutables.