domingo, 22 de diciembre de 2019

Un día de furia incrédula

Esta mañana, al levantarme temprano, no me encontraba muy "católico", por lo que decido bajar a la farmacia a ver qué me venden. Antes de poder salir a la calle, una vecina me saluda cordialmente y se congratula de la proximidad de las fiestas que conmemoran el nacimiento del "hijo de Dios". Sin que me dé tiempo a poner una excusa, aparece el hombre hindú del Primero-A y comenta que ellos acaban de celebrar su propia festividad en honor de la deidad de turno, cuyo nombre no recuerdo, lo cual explica el ameno mantra que escuché el otro día. Como la cosa se anima, se unen otro vecino marroquí musulmán, una mujer rumana de credo ortodoxo y otro señor del vecindario, que no conozco, asegurando que él no tiene religión alguna, pero "en algo hay que creer". Como uno tiene en ese momento las defensas nihilistas algo bajas, solo soy capaz de emitir un sonido indescifrable y salir huyendo.

sábado, 7 de diciembre de 2019

Las afirmaciones negativas y la "carga de la prueba"

La llamada "carga de la prueba", expresada por medio de la sentencia latina affirmanti incumbit probatio, viene a significar que dentro de una discusión lógica corresponde siempre a quien afirma demostrar la existencia de lo afirmado. Es por eso que los ateos no deberíamos entrar en esa discusión irresoluble sobre la existencia, o no, de Dios (más adelante, veremos que simplemente no es una hipótesis científica ni puede deducirse de la razón).


Existen muchos argumentos para oponerse a la creencia sobrenatural, pero desde un punto de vista ontológico hay que decir que la evidencia nos demuestra que algo como Dios (o sobre cualquier ser que trascienda el mundo natural) es sencillamente una fantasía del ser humano (una fantasía que podemos demostrar posee muchas caras). Richard Dawkins recordó en la introducción de El espejismo de Dios una frase de Douglas Adams, escritor y guionista de los Monty Python, en su libro Guía del autoestopista galáctico: "¿Es que no hay suficiente con ver que un jardín es hermoso, sin tener también que creer que está habitado por hadas?". Cuando alguien afirma la existencia de algo excepcional, algo que resulta bastante sencillo y habitual, no puede ponerse al mismo nivel que los que negamos la afirmación debido a las evidencias en contra. Si queremos progresar en el conocimiento, es necesario probar las afirmaciones positivas que realizamos, o de lo contrario nos rendimos a esa poderosa herramienta creativa que es la imaginación. En conclusión, la carga de la prueba reposa sobre aquellos que realizan una afirmación