Había algo especialmente frío y agobiante ya a primera hora de aquella mañana. El periódico no invitaba tampoco a la tranquilidad existencial. Los titulares reincidían en una mediocre y mezquina clase política. El sistema económico, una y otra vez, relegaba a gran parte de los seres humanos a la más pura indigencia. Una mueca hosca y áspera se dibuja en mi rostro de forma inevitable. Cuando, como cada día, iba a coger el autobús para dirigirme al trabajo, algo tomó una deriva inesperada. Aquello que estaba frente a mí no pertenecía a la Empresa Municipal de Transportes. No. Era igualmente un vehículo, pero parecía conducir a una dimensión desconocida. Contradiciendo a aquellos que me acusan de estar cerrado a explicaciones alternativas, pensé en la teoría cuántica. Si existen universos paralelos, era el momento de comprobarlo.
viernes, 27 de mayo de 2016
lunes, 23 de mayo de 2016
Dawkins, la evolución y los memes
En la entrada anterior, mencioné a Richard Dawkins,
más como referente ateo que por su trabajo científico (aunque, hay que
decir que ambas facetas se confunden). El caso es que he observado
cierta animadversión (me refiero dentro del ámbito de la crítica y del librepensamiento, claro está) debido a que se trata de un
científico "neodarwinista" (sic). He de decir, en primer lugar, que esta
controversia científica, entre partidarios de la evolución y críticos
de ella, se me escapa bastante. Si conozco a Dawkins, es
principalmente por la lectura de dos libros suyos, El espejismo de Dios y Destejiendo el Arco Iris.
Ciencia, ilusión y el deseo de asombro, que me parecen magníficas
divulgaciones científicas y obras devastadoras con la irracionalidad. En
cualquier caso, nunca me refiero a ningún autor empleando su discurso
de forma categórica, al menos no es mi intención hacerlo, ya que mi sano
escepticismo, junto a mi notable ignorancia, tratan de impedir
permanentemente que haga tal cosa. Con la mera mención a Dawkins, he observado que solo mencionar su nombre produce esa
crítica (se señala su condición "evolucionista" como un dogma y se le
acusa también de determinista), aunque insistiré en que mis alusiones no
implican que esté de acuerdo en todo con ese autor. Veamos si podemos
arrojar algo de luz (sin sarcasmo) a un debate que, a priori, se me
escapa un poco (seguro que bastante).
viernes, 20 de mayo de 2016
El saludable mal humor de Dawkins
Pues me cae de "puta madre" el científico Richard Dawkins. Alguien
que, en esta sociedad que vivimos caracterizada por la frivolidad y lo
"políticamente correcto", se considera ateo y anticlerical me parece,
intelectualmente, de lo más sano y gratificante. Porque ir por ahí
diciendo uno que es ateo pasa lo mismo que al manifestar tus simpatías
por el anarquismo, que en el mejor de los casos parece que tiene que ir
acompañado de un montón de aclaraciones y "justificaciones" (en el peor,
donde no podrás ni hablar, sufrirás una irritante displicencia). La
tolerancia tontorrona ("tolerancia" ya es una palabra más que
cuestionable, pero además hay que añadirle algún epíteto poco
favorecedor como éste) provoca que haya que ser cauto al manifestar tu
oposición a según qué cosas. Los adoradores de la superficialidad
critican el ser "antialgo", falacia mezquina que la mayor
jueves, 12 de mayo de 2016
Malos humores
Hace unos días, trate de satirizar (conseguirlo, ya es otra cosa), con un relato inventado sobre supuestos viajes por países del Lejano Oriente, el gusto que hay en las sociedades occidentales por ciertas tradiciones orientales, todo lo pintorescas que se quiera, pero que sencillamente hay que considerar como pseudociencia o, más exactamente, como ciencia obsoleta (conocimiento que el tiempo ha demostrado sin validez científica). Así, aludí a la supuestas creencia actual en dichos países de la Teoría de los Cuatro Humores, líquidos vitales del cuerpo humano, cuyo predominio afectaba a la personalidad del individuo. Ya diciendo la verdad, desconozco si en alguna región del planeta se imparten cursos sobre esto, pretendiendo que tenga alguna legitimidad científica. Sé que en las carreras universitarias, como es el caso de la filosofía (qué es la filosofía antigua, sino ciencia para la sociedad del momento), sencillamente se estudia como historia (y, claro está, como ciencia obsoleta).
sábado, 7 de mayo de 2016
La filosofía gana la batalla
De la palabra "religión" existen dos interpretaciones etimológicas.
Una viene de "religar", "vincular" o "atar", y en ella se considera como
propio la subordinación y vinculación a la divinidad (estar "religado" a
Dios). En la otra interpretación, ser religioso vendría a significar
ser escrupuloso (en los deberes impuestos al ciudadano en el culto a los
dioses del Estado-ciudad). Esta segunda acepción tendría más que ver
con el concepto de "justicia" (con una interpretación muy amplia, tal y
como la entendían los romanos). Interpretada exclusivamente como
justicia, la religión puede acabar prestando atención únicamente a lo
moral o viceversa, cuando la moral se sacrifica enteramente a la fe. La
interpretación de religión como "religación" resulta rechazable se mire
por donde se mire: una dependencia que puede desembocar en "temor" o en
"fascinación" (que también puede llamarse "papanatismo") o una
consideración intuitiva de valores llamados supremos (la "santidad", tan
abstracta y tan detestable a mi modo de ver). Se ha hablado también de
la interpretación religiosa como un reconocimiento racional de una
relación fundamental entre la persona y la divinidad, pero se me escapa
aquí el significado con la presencia de tanto oxímoron.
domingo, 1 de mayo de 2016
Terapias alternativas basadas en el exotismo occidental
Recientemente, he hecho un viaje por diversos países de lo que en Occidente denominamos Lejano Oriente. Con no pocas dosis de estupor, comprobé que en aquellas sociedades, junto a la medicina convencional (o, mejor, científica), existe cierta querencia por las terapias alternativas. De forma más concreta, se alaban ciertas prácticas de la medicina occidental, cuyos postulados están mayoritariamente obsoletos desde el punto de vista científico. Es más, por lo que pude comprobar, la palabra Occidente actúa como un mecanismo catártico en la retórica habitual de estos "terapeutas" alternativos, que también vienen a ocupar un rol de maestros espirituales, por lo que la frontera entre medicina y creencia mística es bastante difusa.
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