sábado, 21 de junio de 2025

Formas y tendencias del maldito papanatismo

Este término, que según la Rae se define como la "actitud que consiste en admirar algo o a alguien de manera excesiva, simple y poco crítica", nos parece clave para reflexionar un poquito sobre el librepensamiento (que, no nos dejaremos de repetir, viene a ser a una tendencia a tener un pensamiento independiente basado en un análisis crítico y racional).

Antes de profundizar en el papanatismo, disposición o actitud muy extendida, en opinión del que suscribe, dejemos algo bien claro. Todos, absolutamente todos, tendemos a admirar a alguna persona de forma evidente; particularmente, podemos mencionar muchos nombres de figuras intelectuales, siempre con preocupaciones éticas y políticas, a las cuales puede decirse que tomamos como referencia indiscutible (mejor expresado así, que meramente "admirar", término que parece conllevar cierta dosis de menoscabo propio). La cuestión es, clave para el asunto que nos ocupa, no perder nunca la perspectiva crítica; es una determinada actitud para la que hay que estar adiestrado, y que desgraciadamente tanto parece faltar.

sábado, 7 de junio de 2025

Maestros espirituales, gurús, charlatanes y otras gentes de mal vivir

Como vamos a empezar a soltar un poco de bilis, sin perder por supuesto el sentido del humor, y cualquier cretino puede poner una demanda con la más peregrina excusa, vamos a evitar en este capítulo mencionar nombres propios; el lector avispado reconocerá rápidamente a algún conocido escritor de obras con cierto éxito de ventas.

Directamente relacionado con el tema de la New Age, proliferan en la actualidad una serie de fulanos que insisten en la fuerza de la espiritualidad y en el poder de la mente y, especialmente irritante, es que lo hagan a veces con el subterfugio de cierta “base científica”. El intento de fusionar conocimiento científico con algunos elementos de exóticas religiones no es nuevo, se produce al menos desde la década de los 70 del siglo XX; es creíble que si se tiene suficiente imaginación, y verdaderas ganas de manipular, seguro que se encuentran algunos puntos en común entre, por ejemplo, la física cuántica y algunas corrientes místicas orientales. La cuestión es que el subterfugio “cuántico” se encuentra ahora muy presente en algo que es ya bastante antiguo; la idea de que la materia es una mera ilusión de la sique. Si vinculamos, como ya apuntamos en el apartado anterior de la New Age, misticismo con medicina, vemos la insistencia en el poder curativo de la mente; la manipulación espiritual de las personas está asegurada y también el enriquecimiento material de estos maestros de pacotilla. Uno de éstos conocidos gurús ha llegado a afirmar que su fuerza mental, a través de la meditación, llegó incluso a provocar en parte alguna catástrofe natural como un terremoto; que este tipo siga teniendo prestigio, y no se le denoste sin más, es un síntoma de los tiempos que vivimos.

viernes, 16 de mayo de 2025

La religión como principio en la historia de sumisión

Rudolf Rocker se atrevió a afirmar que existe una oposición interna entre religión y cultura; toda política tiene, en última instancia, su raíz en la concepción religiosa de los hombres, no se pueden vincular los factores político y económico, ya que éste último es de naturaleza cultural, íntimamente unido con todas las fuerzas creadoras de la vida social.

Existen puntos de contacto entre los fenómenos religiosos y los culturales, ya que ambos manan de la naturaleza humana, pero es necesario examinar más a fondo la relación existente entre ellos. Si religión y cultura arraigan ambas en el instinto de conservación del hombre, una vez que han cobrado vida toman caminos diferentes, al no existir entre ellas vínculos orgánicos, e incluso divergentes. No me gusta reducir el origen de la religión a la mera dominación, y el propio Rocker es cauto al respecto, y resulta practicamente imposible llegar al fondo de las concepciones religiosas mediante la especulación filosófica. Gracias a la ciencia, el hombre es más crítico a la hora de investigar el origen y desarrollo gradual de las religiones y tratar de comprender, así, los orígenes de la vida social y espiritual.

viernes, 25 de abril de 2025

Stirner y la destrucción de lo sacro

Stirner, en su espectacular obra El único y su propiedad, critica a Feuerbach y la consideración de cambiar a Dios por una supuesta divinidad inmanente al hombre. Ello supondría otra manera de desterrarnos nosotros mismos al buscar una esencia divina que nunca encontraremos en nuestro interior. Antes que Nietzsche, Stirner trata de destruir todo el edificio cristiano, el cual no observa como un ideal que haya que atraer a la realidad terrenal. Feuerbach quiere acabar con Dios, sí, pero para traernos al Hombre con mayúsculas, como gran ideal o abstracción. Para Stirner, la "esencia suprema" que Feuerbach desea arrebatar a los cielos y traer a la tierra continúa siendo eso, una esencia, no la realidad concreta del individuo. 

sábado, 29 de marzo de 2025

Bertrand Russell y la existencia de Dios

En un conocido debate sobre la existencia de Dios, Bertrand Russell comenzó declarándose agnóstico. Es fácil de comprender esa postura, ya que su rival le pidió que se manifestara sobre la creencia en lo que podemos llamar 'la idea de Dios': un ser personal supremo, distinto del mundo y creador del mismo. Desde un punto de vista estrictamente científico, la posición de Russell fue la más inteligente, la existencia de Dios no es una hipótesis falsable, es decir, no puede demostrarse y, por lo tanto, tampoco su inexistencia.

Los religiosos se empecinan en referirse a Dios como un ser "necesario", término opuesto a "contingente", mientras que Russell se niega a entrar en esa lógica que le es extraña. La palabra "necesario" solo cobra sentido aplicada a proposiciones analíticas, es decir, aquellas cuyo valor de verdad se desprende del significado de los términos involucrados. Para entender por qué se considera que la idea de Dios no tiene sentido, solo hay que cotejarla, por ejemplo, con el universo. Un creyente insistirá en asociarla a Dios, en reducir la relación causal a ese ser "necesario" y en buscarla un significado en función de ello, pero la palabra "universo" solo resulta útil en relación a algo, no es posible buscarle un significado por sí misma. La idea de buscar una causa del universo y llamarla Dios es una clara abstracción sin sentido, mientras que todo el conocimiento científico se deriva de relaciones causales muy concretas. Lo que se señala como absurdo es buscar una causa a la totalidad, y de ahí el conocido argumento de Russell sobre la primera causa de Dios de que, si bien todo hombre existente tiene una madre, resulta evidente que la raza humana no tiene una madre. No existe razón para suponer que el mundo globalmente tenga una causa. Si bien el científico se esfuerza en encontrar causas explicativas sobre un acontecimiento particular que tenga su interés, no puede partirse de la idea de que el mundo deba tener una explicación, algo que forma parte del acervo religioso (y que puede ser explicable señalando sus causas sociales y psicológicas). El científico no puede llegar a certezas, en cualquier caso, sino a probabilidades, por lo que hay que insistir en lo ilegítimo de buscar una explicación y significado al mundo en función de una primera causa.
 

sábado, 8 de marzo de 2025

La fuerza moral del pensamiento de Bertrand Russell

Un aspecto de la obra de Bertrand Russell muy importante, y estrechamente vinculado a la concepción libertaria como garante de una sociedad libre compuesta de individuos libres, es el de la educación. En este sentido, la educación estaría muy relacionada con la política, ya que ésta debe ocuparse verdaderamente del individuo y no quedar reducida a una mera técnica.


 Se ha dicho que tres son las cualidades principales que Russell afronta en su pensamiento educacional relativas al individuo: inteligencia, amor y valor. En un mundo cada vez más complejo, es necesario encontrar soluciones inteligentes, ya que sin ellas amor y el valor resultan estériles. Obviamente, sin amor la inteligencia y el valor resultan francamente peligrosos y potencialmente destructivos. Por último, es necesaria la valentía de caminar contracorriente y abrir nuevos senderos en un mundo donde las cualidades de la inteligencia y el amor no son suficientemente reconocidos. Russell consideró el siglo pasado que era necesaria la síntesis de estas tres cualidades para afrontar los graves problemas del mundo moderno, y hoy resulta tan o más reivindicable.

sábado, 22 de febrero de 2025

¡Intolerables (e irritantes) actitudes dogmáticas!

Una de las características del ser humano es que, gran parte de nosotros, afortunadamente no todos ni siempre, cree estar en la razón más o menos absoluta; lo más paradójico de esta actitud es que el razonamiento de la persona categórica, por norma general, es que es "el otro" el verdadero dogmático.

Habitualmente, se escuchan afirmaciones tajantes en las que pretendemos demostrar nuestra independencia de criterio, nuestra falta de papanatismo o nuestra ausencia de dogmas, sin caer en que toda esta verborrea demuestra ya una considerable dosis de dogmatismo y una nada estimable ausencia de autocrítica. En mi opinión, resulta imposible una absoluta independencia de criterio, ya que los condicionantes son innumerables, por lo que solo dejar un margen para la duda, junto a una sana dosis de autocrítica, puede ayudarnos a no ir por la vida sentando cátedra ni afirmando verdades absolutas (que, como cualquier otra fantasía humana, no existe y el propia concepto de "ciencia exacta" ya es cuestionable, aunque eso ya es parte de un debate más especializado). Con muchos matices intermedios, podemos reducir el dogmatismo a dos actitudes: está el que apela a la sabiduría, y normalmente se considera varios grados por encima del resto de los mortales, y está el que sencillamente repite lo que dicen otros que a su vez considera los verdaderos sabios (por lo tanto, esta actitud resulta una suerte de papanatismo).