viernes, 18 de diciembre de 2020

¿Por qué diablos hablamos tanto los ateos de Dios?

No soy muy original, la verdad, al formular dicha pregunta, ¿Por qué los ateos hablamos de Dios? Recuerdo alguna discusión, en cierto ámbito ateo (y, supuestamente, librepensador) en el que alguno sostenía que lo único que nos vinculaba a los ateos era la no creencia en Dios (o en cualquier tipo de dioses o deidad).

De acuerdo, el asunto era técnicamente correcto, pero la mayor parte de los ateos, amantes de la discusión y de la polémica, se suelen organizar, discutir y realizar a veces incluso acciones por y para algo. Ese algo, en mi opinión, es la idea de que la creencia en Dios, y por extensión religiosa, resulta perniciosa y un obstáculo para el progreso. No es casualidad que los ateos que sostenían aquello, reduciendo el asunto sencillamente a la no creencia, eran los elementos más conservadores, más reacios al cambio social. Si los ateos hablamos tanto de Dios es por la búsqueda de esa polémica que erosione el dogma, que cuestione e indague en cualquier tipo de creencia. Es una actitud librepensadora, aunque como ya he sostenido en alguna otra ocasión estoy lejos de identificar el ateísmo, sencillamente, con el librepensamiento. Como es natural, hay mucho zoquete ateo y proclive al dogmatismo o al papanatismo, por lo que la mera no creencia no supone nada en ocasiones.