Nace este blog con vocación escéptica y crítica, compañeros inseparables a nuestro entender para una saludable concepción del progreso. Repasaremos las muchas creencias absurdas que tiene el ser humano y trataremos, con el rigor del que seamos capaces y un siempre agradecible sentido del humor, de erosionar en lo posible esa tendencia del ser humano a dar un uso más que cuestionable a su imaginación; esta deriva suele ir pareja a considerar que ha encontrado verdades definitivas en campos no sujetos a verificación racional y científica alguna, algo frente a lo que solo podemos mostrar una actitud perpleja y consecuentemente negativa.
Frente a aquellos que pretenden vendernos certezas, nuestra intención es mantener una permanente tensión crítica. Alguien dijo ya algo así como que cuanto mayor era el grado de enfado de una persona, en el momento en que se cuestionaban sus creencias, más absurdas parecían; estamos totalmente de acuerdo con esto como nos demuestran también algunas experiencias personales. Recordaremos la acepción del término "absurdo": “contrario u opuesto a la razón, sin ningún sentido”. Se argumentará el grado de subjetividad que posee eso que llamamos "razón", y estaremos muy de acuerdo en ello; nada más lejos de nuestro intención, por supuesto, que coaccionar a nadie para que deje de creer en nada, pero sí queremos provocar, hacer pensar e invocar, en muchos casos, la simple sensatez además de una base sólida para el conocimiento.
Pensamos que las personas merecemos el mayor de los respetos, pero no así nuestras ideas y creencias (tantas veces, obtusas y disparatadas); es algo que suele confundirse muy a menudo, y tantas veces de manera interesada por parte de aquellos que detentan cierto poder. Es por eso que, junto a argumentos racionales, queramos emplear las armas del humor y la irreverencia; habrá quien considere que se trata de simplemente burla y desprecio, pero trataremos de convencerles de lo contrario, en el fondo tenemos una amplia intención positiva en nuestra negación. Confiamos en un conocimiento sólido que mejore, de verdad, la vida de las personas; del mismo modo apelamos al sentido del humor, bien cargadito de acidez y sarcasmo, como herramienta para doblegar toda tentación dogmática. Por supuesto, hablamos de nuevo de algo muy subjetivo, máxime si lleva una notable carga provocativa, por lo que es muy posible que haya personas que no les haga ni puñetera gracia lo que aquí lean; tienen todo el derecho, por supuesto, a criticar o a tirarnos sencilamente a la basura, mas nunca a censurar y esperamos que tampoco a considerarse, sin más, ofendidos.
Por esto blog pasarán todo suerte de creencias esotéricas y mistéricas, algo que no consideramos distanciado de las religiones, por lo que serán también blanco de nuestras críticas. Es precisamente en este país llamado España, en el que se dice que existe un Estado aconfesional, donde los gobernantes, bien poco separados de la religión institucionalizada, sancionan de forma permanente la posibilidad de hacer escarnio de las creeencias religiosas; como ya hemos dicho, no es nuestra intención realizar una mera burla gratuita. Como creemos profundamente en una sociedad basada, de verdad, en la libertad de conciencia, presuponemos para ello que debe existir la libertad incondicional de expresión y de crítica; es decir, cada uno es muy libre de pensar o creer lo que le venga en gana, pero hay que reclamar el derecho a considerar tal cosa como absurda y, muy probablemente si se amplia su esfera de influencia, perniciosa. Cuestionar las religiones, con su legado absurdo y sus muchas supersticiones, nos parece una tarea primordial en la que instiremos una y otra vez.
Otras muchas creencias a la carta, sustentadas en ese despropósito que denominan New Age, y donde aparecen tarde o temprano toda suerte de peregrinas teorías y terapias alternativas, serán objeto de nuestra crítica y sarcasmo en este blog. Dejaremos claro, de entrada, que nuestra intención es profundamente subversiva, y nada nos parece que lo sea más que la invocación de un conocimiento veraz; defender una buena instrumentalización de la ciencia es criticar también a un sistema político y económico que mantiene en la indefensión a demasiadas personas. Pretender que teorías seudocientíficas o sobrenaturales puedan ayudar de verdad a mejorar el bienestar de las personas, al margen del alivio que puedan suponer por otros motivos, creemos que es también parte del problema. La medicina alternativa, al igual que la religión, puede sugestionar y aliviar el sufrimiento hasta cierto punto, pero nunca debería ser mostrada como una alternativa para la verdadera sanación. Es por eso que denunciaremos a los que mercadean con la salud ajena proponiendo terapias cuya utilidad no se ha demostrado.
Por último, y adelantándonos de nuevo a críticas estereotipadas, diremos que por supuesto que existen muchos factores inmateriales donde la ciencia poco o nada puede decir. Dicho de otro modo, creencias y valores "espirituales" tenemos cualquier ser humano, si de verdad nos consideramos tal cosa. Sin embargo, creemos (una vez más, una creencia) que es en un plano humano, material y social, no sobrenatural, donde mejor se dirimen los asuntos que nos afectan; apelamos a la ciencia, es decir, a un sólido método científico que verifique toda propuesta, solo en cuanto al acceso al conocimiento. Si nos movemos en otro terreno, donde entran en juego los sentimientos, deseos y aspiraciones de las personas, ya es un asunto bien diferente. No obstante, el amor por el conocimiento, donde se presupone por supuesto una sólida cosmovisión científica, así como el adiestramiento de la inteligencia y la racionalidad, los consideramos factores muy determinantes en todo desarrollo humano.
Frente a aquellos que pretenden vendernos certezas, nuestra intención es mantener una permanente tensión crítica. Alguien dijo ya algo así como que cuanto mayor era el grado de enfado de una persona, en el momento en que se cuestionaban sus creencias, más absurdas parecían; estamos totalmente de acuerdo con esto como nos demuestran también algunas experiencias personales. Recordaremos la acepción del término "absurdo": “contrario u opuesto a la razón, sin ningún sentido”. Se argumentará el grado de subjetividad que posee eso que llamamos "razón", y estaremos muy de acuerdo en ello; nada más lejos de nuestro intención, por supuesto, que coaccionar a nadie para que deje de creer en nada, pero sí queremos provocar, hacer pensar e invocar, en muchos casos, la simple sensatez además de una base sólida para el conocimiento.
Pensamos que las personas merecemos el mayor de los respetos, pero no así nuestras ideas y creencias (tantas veces, obtusas y disparatadas); es algo que suele confundirse muy a menudo, y tantas veces de manera interesada por parte de aquellos que detentan cierto poder. Es por eso que, junto a argumentos racionales, queramos emplear las armas del humor y la irreverencia; habrá quien considere que se trata de simplemente burla y desprecio, pero trataremos de convencerles de lo contrario, en el fondo tenemos una amplia intención positiva en nuestra negación. Confiamos en un conocimiento sólido que mejore, de verdad, la vida de las personas; del mismo modo apelamos al sentido del humor, bien cargadito de acidez y sarcasmo, como herramienta para doblegar toda tentación dogmática. Por supuesto, hablamos de nuevo de algo muy subjetivo, máxime si lleva una notable carga provocativa, por lo que es muy posible que haya personas que no les haga ni puñetera gracia lo que aquí lean; tienen todo el derecho, por supuesto, a criticar o a tirarnos sencilamente a la basura, mas nunca a censurar y esperamos que tampoco a considerarse, sin más, ofendidos.
Por esto blog pasarán todo suerte de creencias esotéricas y mistéricas, algo que no consideramos distanciado de las religiones, por lo que serán también blanco de nuestras críticas. Es precisamente en este país llamado España, en el que se dice que existe un Estado aconfesional, donde los gobernantes, bien poco separados de la religión institucionalizada, sancionan de forma permanente la posibilidad de hacer escarnio de las creeencias religiosas; como ya hemos dicho, no es nuestra intención realizar una mera burla gratuita. Como creemos profundamente en una sociedad basada, de verdad, en la libertad de conciencia, presuponemos para ello que debe existir la libertad incondicional de expresión y de crítica; es decir, cada uno es muy libre de pensar o creer lo que le venga en gana, pero hay que reclamar el derecho a considerar tal cosa como absurda y, muy probablemente si se amplia su esfera de influencia, perniciosa. Cuestionar las religiones, con su legado absurdo y sus muchas supersticiones, nos parece una tarea primordial en la que instiremos una y otra vez.
Otras muchas creencias a la carta, sustentadas en ese despropósito que denominan New Age, y donde aparecen tarde o temprano toda suerte de peregrinas teorías y terapias alternativas, serán objeto de nuestra crítica y sarcasmo en este blog. Dejaremos claro, de entrada, que nuestra intención es profundamente subversiva, y nada nos parece que lo sea más que la invocación de un conocimiento veraz; defender una buena instrumentalización de la ciencia es criticar también a un sistema político y económico que mantiene en la indefensión a demasiadas personas. Pretender que teorías seudocientíficas o sobrenaturales puedan ayudar de verdad a mejorar el bienestar de las personas, al margen del alivio que puedan suponer por otros motivos, creemos que es también parte del problema. La medicina alternativa, al igual que la religión, puede sugestionar y aliviar el sufrimiento hasta cierto punto, pero nunca debería ser mostrada como una alternativa para la verdadera sanación. Es por eso que denunciaremos a los que mercadean con la salud ajena proponiendo terapias cuya utilidad no se ha demostrado.
Por último, y adelantándonos de nuevo a críticas estereotipadas, diremos que por supuesto que existen muchos factores inmateriales donde la ciencia poco o nada puede decir. Dicho de otro modo, creencias y valores "espirituales" tenemos cualquier ser humano, si de verdad nos consideramos tal cosa. Sin embargo, creemos (una vez más, una creencia) que es en un plano humano, material y social, no sobrenatural, donde mejor se dirimen los asuntos que nos afectan; apelamos a la ciencia, es decir, a un sólido método científico que verifique toda propuesta, solo en cuanto al acceso al conocimiento. Si nos movemos en otro terreno, donde entran en juego los sentimientos, deseos y aspiraciones de las personas, ya es un asunto bien diferente. No obstante, el amor por el conocimiento, donde se presupone por supuesto una sólida cosmovisión científica, así como el adiestramiento de la inteligencia y la racionalidad, los consideramos factores muy determinantes en todo desarrollo humano.
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