sábado, 16 de abril de 2016

Programación Neurolingüstica, o cómo manipular al prójimo

Como el término coach es uno de los que nos hacen saltar todas las alarmas escépticas, cuando además, estas personas que aseguran ser capaces de "adiestrar" al prójimo, utilizan cierta jerga de apariencia científica, el asunto invita a una mayor indagación. Es el caso, y de nuevo hablo por experiencias personales, de la llamada Programación Neurolingüistica (PNL). Esta técnica tiene ya unas décadas, y viene a decir, lo cual explica su denominación, que existe una conexión entre los procesos neurológicos, el lenguaje y ciertos patrones de comportamiento adquiridos durante las experiencias de las personas. Así, se asegura que estos últimos, que podemos considerar una programación, pueden cambiarse para lograr objetivos exitosos en nuestras vidas. Dicho de otro modo, los practicantes de la PNL pretenden reprogramarnos, en lo que atañe a nuestras creencias y a nuestros procesos sensoriales y psicológicos.

Para poder etiquetar a cada persona convenientemente, la PNL viene a decir que cada uno procesamos la información de diferente manera según los movimientos oculares. Así, hay gente más visual, más auditiva o más quinestésica (la quinestesia es la ciencia que estudia los movimientos corporales). Otros factores que influyen en el proceso de información es la forma como respiramos o por la postura de los hombros (más altos o más bajos). Todo esto, sin que recurramos a refutaciones rigurosas, parece bastante cuestionable de entrada. Otras cosillas de la PNL, no lo resultan tanto, como es el hecho de asegurar que las palabras que usamos dicen mucho de nuestros problemas inconscientes (algo que parece decir también la psicología cognitiva más elemental). No obstante, la PNL parece meter en el mismo saco todo: palabras, frases, actitudes, percepciones, sensaciones… Habría también, según la PNL, varios niveles de comunicación, no solo uno consciente y otro inconsciente, también uno mucho más profundo relacionado con el "espíritu" o la "esencia" (palabras que ya nos empiezan a decir mucho del asunto). Otro asunto donde los practicantes de la PNL ponen mucho énfasis en lo que llaman "comunicación digital", que viene a ser la "no verbal" de toda la vida.

Todos recordamos la psicología conductual (sí, la del perro de Paulov), pues bien, la PNL también parece dar importancia a este tipo de estímulos, esta vez por el tacto. Lo que se busca es la relajación mediante la asociación al tocarte una parte de tu cuerpo, buscando finalmente un condicionamiento. Al parecer, esta técnica puede emplearse también sustituyendo el tacto por el pensamiento acerca de un determinado objeto. Podríamos aceptar que esto funciona razonablemente, aunque hay que decir que los estímulos pueden diversificarse mucho y parece dificultoso que se concentren exclusivamente en el tacto o en el pensamiento concreto de un objeto. La hipnosis es otra de las técnicas que utiliza la PNL (sin los recursos habituales del péndulo, dormir a la persona, etc.), de tal manera que se puede manipular a una persona con el adecuado tono de voz, haciendo que nuestro mensaje llegue a su subconsciente. Creo que hay que ser muy crítico ya con estas propuestas de esta Programación Neurolingüistica, que parece más que catalogable como pseudociencia. Para los que aún tengan dudas, la PNL también asegura que es posible sintonizar nuestra lenguaje no verbal con el del prójimo, si respiramos del mismo modo, nos movemos igual y utilizamos el mismo tono. Así, estas dos personas sincronizadas tendrían los mismos cambios fisiológicos: los dos pueden estar alterados, en un principio, y acabar perfectamente calmados si uno de ellos lo propone. Baste decir, como en toda terapia, que necesitamos evidencias científicas que demuestren su eficacia.





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