La estulticia posmoderna no para de sorprendernos. Esto es así hasta el punto de que una actriz popular, aunque discreta en cuanto a talento interpretativo, como es Gwyneth Paltrow, ha construido todo un imperio económico en base a sus consejos pseudocientíficos.
La más elemental sensantez nos dice que una dieta sana, unido al
ejercicio, nos ayuda a una vida saludable. Tan sencillo como eso. Tal
vez uno de los problemas, en el caso que nos ocupa, es cuando se da
cierto culto a valores frivolos, como la fama y la belleza, y uno de
estos ídolos objeto de adoración decide sacar provecho de ello. Así, Paltrow
no parece de ofrecer, a sus millones de incautos seguidores en las
redes sociales, infinidad de consejos sobre salud, bienestar y un pobre e
irrisorio estilo de vida. Desgraciadamente, gran parte de la gente
no pone el foco en gente verdaderamente sabia, sensata y honesta con un
discurso que ayude a potenciar nuestras conocimiento, a pensar por uno
mismo y a tomar nuestras propias decisiones. Como ya hemos insistido muy
a menudo en este blog, nos preguntamos cuáles son los mecanismos que activan el papanatismo más elemental.
En este caso, hablamos de una persona famosa, lo cual tal vez no es un
factor desdeñable para incrementar la estolidez de las masas, pero en
otros casos hablamos de meros charlatanes, más o menso marginales, pero
seguro que igualmente aspirantes a difundir sus discursos
pseudocientíficos en forma de réditos crematísticos.
Como muchos otros mercaderes de la salud y el bienestar, Paltrow vende cajas de humo en forma de dietas, ejercicios, irrigaciones, desintoxicaciones, así como tantos otras formas de purificar, lavar o equilibrar nuestro maltratado envoltorio físico. Muy probablemente, aunque sus propuestas se presentan, como es lógico, con una base científica (evidenciada), estoy seguro de que las promesaas de salud, también, espiritual no tardan en aparecer. Tal vez, exageramos y en los métodos de Paltrow, como demuestra su propio físico (¿e intelecto'), hay cosas validas. Me temo que no, tal y como se han esforzado en divulgar personas con verdadera formación científica. Desgraciadametne, el ruido de las pseducientíficos distrae primero, para luego captar dogmáticamente a numerosos incautos, cuando tal vez son a veces las cosas sencillas las que verdaderamente promueven una vida razonablemente saludable. Así, el divulgador y científico canadiense Timothy Caulfield ha evidenciado las mayores falacias y necedades de los métodos de Paltrow con su libro Is Gwyneth Paltrow Wrong About Everything?: When Celebrity Culture and Science Clash .
Los baños de vapor vaginal, puestos de moda, son sencillamente ridículos y descritos como potencialmente peligrosos, no existe como es obvia ninguna base científica que demuestre beneficio alguno. Sobre la desintoxicación y limpieza, no hay tampoco base para la idea de que hay que emplearlos; ya existen órganos en el cuerpo que se encargan de eliminar nuestras toxianas, sin ir más lejos, al expulsar la orina ya se está desempeñando esa función. Al parecer, y esto ya se extiende a otras terapias alternativas, Paltrow recomienda eliminar de la dieta ciertos alimentar sin diagnóstico alguno; obviamente, si se nos descubre alguna alergia o sensibilidad, hay que prescindir de algo, el problema en este caso es que se pretende hacerlo meramente como factor de desintoxicación. Otro clásico posmoderno es la dieta de choque en base a zumos; Paltrow ha promovido exclusivamente la de la limonada, lo cual, como ya han adivinado, no presenta evidencia alguna y resulta también algo irrisorio. La más mínima intervención de la evidencia y del intelecto, nos dice que adelgazar, de la forma que sea, es perder peso en general; el método de Paltrow asegura que es posible el adelgazamiento de partes específicas del cuerpo, lo cual es disparatado. Otro ejemplo, este vinculado a la tradición de otras culturas, y a la ciencia obsoleta, es el uso de ventosas para, lo han adivinado, eliminar toxinas, lo cual nos regalará simplemente un bonito cardenal. Existen muchas otras facetas de los métodos de Paltrow, pero da todavía más vergüenza describirlos e, incluso, no todos son totalmente inofensivos. Como en tantas otras terapias alternativas, el hecho de que no presenten beneficio real alguno no es el único factor de discusión. Algunos de ellos son potencialmente peligroso, por no hablar del coste vital e intelectual que supone.
Como muchos otros mercaderes de la salud y el bienestar, Paltrow vende cajas de humo en forma de dietas, ejercicios, irrigaciones, desintoxicaciones, así como tantos otras formas de purificar, lavar o equilibrar nuestro maltratado envoltorio físico. Muy probablemente, aunque sus propuestas se presentan, como es lógico, con una base científica (evidenciada), estoy seguro de que las promesaas de salud, también, espiritual no tardan en aparecer. Tal vez, exageramos y en los métodos de Paltrow, como demuestra su propio físico (¿e intelecto'), hay cosas validas. Me temo que no, tal y como se han esforzado en divulgar personas con verdadera formación científica. Desgraciadametne, el ruido de las pseducientíficos distrae primero, para luego captar dogmáticamente a numerosos incautos, cuando tal vez son a veces las cosas sencillas las que verdaderamente promueven una vida razonablemente saludable. Así, el divulgador y científico canadiense Timothy Caulfield ha evidenciado las mayores falacias y necedades de los métodos de Paltrow con su libro Is Gwyneth Paltrow Wrong About Everything?: When Celebrity Culture and Science Clash .
Los baños de vapor vaginal, puestos de moda, son sencillamente ridículos y descritos como potencialmente peligrosos, no existe como es obvia ninguna base científica que demuestre beneficio alguno. Sobre la desintoxicación y limpieza, no hay tampoco base para la idea de que hay que emplearlos; ya existen órganos en el cuerpo que se encargan de eliminar nuestras toxianas, sin ir más lejos, al expulsar la orina ya se está desempeñando esa función. Al parecer, y esto ya se extiende a otras terapias alternativas, Paltrow recomienda eliminar de la dieta ciertos alimentar sin diagnóstico alguno; obviamente, si se nos descubre alguna alergia o sensibilidad, hay que prescindir de algo, el problema en este caso es que se pretende hacerlo meramente como factor de desintoxicación. Otro clásico posmoderno es la dieta de choque en base a zumos; Paltrow ha promovido exclusivamente la de la limonada, lo cual, como ya han adivinado, no presenta evidencia alguna y resulta también algo irrisorio. La más mínima intervención de la evidencia y del intelecto, nos dice que adelgazar, de la forma que sea, es perder peso en general; el método de Paltrow asegura que es posible el adelgazamiento de partes específicas del cuerpo, lo cual es disparatado. Otro ejemplo, este vinculado a la tradición de otras culturas, y a la ciencia obsoleta, es el uso de ventosas para, lo han adivinado, eliminar toxinas, lo cual nos regalará simplemente un bonito cardenal. Existen muchas otras facetas de los métodos de Paltrow, pero da todavía más vergüenza describirlos e, incluso, no todos son totalmente inofensivos. Como en tantas otras terapias alternativas, el hecho de que no presenten beneficio real alguno no es el único factor de discusión. Algunos de ellos son potencialmente peligroso, por no hablar del coste vital e intelectual que supone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario